Impresionante. Con esta sola palabra se puede calificar la gran cantidad de gente que es capaz de echarse a la calle a la voz de ya y caber donde menos se lo puede imaginar cualquier ser humano. Las crónicas carnavaleras siguen insistiendo año tras año en las 200.000 personas que, al parecer, son capaces de caber en el trayecto por el que transcurre la Cabalgata del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. No queremos ser pájaros de mal agüero, pero los 30.000 o 40.000 metros cuadrados de zona carnavalera no dan para tanto. Es como la fantasmada de la manifestación de este sábado en Madrid, en la que el PP dice haber metido 1.700.000 personas. Con los métodos modernos de cálculo en la mano, habría que quitar un cero a esas pretensiones. Nos explicamos: entre las plazas de la República Argentina y Colón hay 72.981 metros cuadrados, lo que significa que para que hubiera tanta gente tendría que haber más de 23 personas por metro cuadrado. Y ya se sabe que más de cuatro empieza a ser imposible. Hacía frío, pero no era para apelotonarse tanto, ¿verdad?