Abrióse este jueves como mandan los cánones el año judicial canario sin aportar oficialmente muchas novedades. En los estrados, más o menos los de siempre, escuchando circunspectos la misma retahíla de asuntos pendientes, asuntos ingresados, asuntos resueltos, escritos girados, gastos, honorarios y suplidos para mejor proveer, a cargo primero de la secretaria de Gobierno, María Eugenia Calamita, después del fiscal jefe de la Comunidad Autónoma, Vicente Garrido, y finalmente del presidente del TSJC, Antonio Castro Feliciano. Mucho más novelero lo que se cocía en las filas de asientos destinados al público, con ausencias marcadas por la visita a las islas de doña Letizia Ortiz. Pero, como siempre, autoridades políticas y militares en las primeras hileras, y, los jueces de a pie, optando por los últimos asientos. El jefe de prensa, entrando y saliendo metido siempre en un sofoco. Mucho uniforme y traje elegante. Representativo el contraste con las camisetas de los periodistas que siempre sostienen los micrófonos apuntando al altavoz, literalmente de espaldas al acto. Curiosos compañeros de banco.