Lo podemos decir más alto, pero no más claro. José Manuel Arnáiz no resiste la prueba del algodón de la presentabilidad. Es decir, es impresentable. Como suena. Luego, por mimética deducción, los que le han puesto ahí, al frente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, es decir, José Manuel Soria y José Carlos Mauricio, un cuarto de lo mismo. Va diciendo Arnáiz por esos rincones que Luis Hernández, su antecesor, dejó seis millones de euros de pufo, y que ha logrado facturas para justificar tres millones. Así que ha pedido a Puertos del Estado que certifique en falso a una contrata otros tres, o sea, que pague a una contrata para que ésta reponga. Mariano Navas, presidente de Puertos del Estado, ya le ha contestado: te mando la inspección y, llegado el caso, ponemos el asunto en manos de la Fiscalía Anticorrupción, que para eso está.