Blas Acosta tiene arrendado el restaurante La Gaviota, en Morro Jable, porque asegura que él no es el propietario del inmueble, luego no sería el titular del expediente abierto por la Demarcación de Costas de Las Palmas. Lo será entonces su casero, al que entregó los ocho millones de pesetas que cobró del seguro tras el incendio que se generó en el negocio siendo ya concejal de Pájara y todavía agente de Mapfre, compañía de la que conserva clave en vigor. Ese dinero sirvió para reconstruir y mejorar el restaurante considerablemente, lo que está especialmente prohibido por la Ley de Costas, como dijimos ayer aquí, dado que podría deducirse que se mejora el valor de la construcción ante una eventual expropiación para su derribo. El restaurante, como otras edificaciones de la zona, invade servidumbre de protección de Costas.