Aquí hacemos autocrítica, sobre nuestras actitudes y sobre las de nuestra profesión, tan en solfa últimamente por lo que algunos han dado en llamar “circo mediático”. Con respecto a la tramitación de esas diligencias sobre el presidente y un consejero del Gobierno en el TSJC fuimos los primeros en decir que el caso Mogán tocaba al Gobierno, y explicamos por qué desde el principio, sin más. Luego dijimos que el auto del juez de Mogán había llegado con mucho sigilo y mucho hermetismo al alto tribunal, y a continuación contamos que se abrían dlilgencias y que el presidente estaba en manos del fiscal. Nunca dimos por hecho que se estuviera investigando al presidente en el TSJC, lo que aclaramos para que se sepa que no todos los periodistas nos emborrachamos de balón a la primera de cambio. Ni a la segunda, porque desde el sábado hubo templaderas.