La Fiscalía pide más de 10 años para un padre por ejercer malos tratos a sus cuatro hijas en Tenerife

La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife pide una pena de diez años y tres meses de cárcel para un hombre por golpear y humillar a sus hijas en la vivienda que compartía con la abuela en Santa Cruz de Tenerife.

El escrito de calificación señala también que se enfrenta a otra pena de dos años por un delito de malos tratos habituales en el ámbito de la violencia doméstica pues “daba bofetones” a las niñas, “las zarandeaba y agarraba por el pelo, las castigaba horas contra la pared y a la pata coja, les colocaba pinzas de tender la ropa en la lengua y en sus genitales y en una ocasión llegó a sujetar y golpear las cabezas”.

A raíz de estos hechos, el Instituto Municipal de Atención Social del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife declaró la situación de riesgo de las menores con un plan de intervención pues ya había antecedentes de posible maltrato físico del padre hacia las menores.

No obstante, el plan “no dio resultado”, señala la Fiscalía, y el Ayuntamiento concluyó que las niñas (que habían sido abandonadas por su madre en el pasado) se encontraban sometidas a un “maltrato psicológico constante” por parte de su padre.

De hecho, el padre empleaba castigo físico “en forma de tortazos y zarandeos”, mostrando más agresividad verbal y física con las dos hijas mayores.

Además, “les daba empujones, les tiraba del pelo, les cogía del brazo y les daba fuertes cachetones, las insultaba diciéndoles: ”putas, gilipollas, pendejas“, y las castigaba durante varias horas contra la pared”.

El acusado también insultó presuntamente a su madre llamándola “hija de puta, cabrona” y le advirtió de que “si contaba algo de la situación en la casa que estaban viviendo a los Servicios Sociales del Ayuntamiento se iba a enterar”.

Un día, por ejemplo, le dijo que la iba a “atar dentro de la casa” y “pegarle fuego” con ella dentro al descubrir que había estado a solas con sus nietas y había hablado con ellas, algo que les tenía prohibido.

Servicios Sociales constató que las menores no tenían cubiertas sus necesidades emocionales ni las necesidades alimenticias pues el padre no había tramitado bonos de comida ni de desayuno hasta el punto de que muchas veces eran alimentadas por los profesores en el colegio.

Además, tal y como declara recoge el informe supuestamente en una ocasión el padre “le realizó varios tocamientos en los pechos y en la vagina a su hija mientras dormía con él en un sillón que compartían en el salón”.

Por Resolución de la Dirección General de Protección a la Infancia y la Familia de la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias se confirmó la declaración provisional de desamparo y asunción de la tutela de las menores, acordando como medida de amparo más idónea el acogimiento residencial.

La Fiscalía también pide una indemnización de 8.000 euros para cada víctima. El juicio se celebra el próximo miércoles, a las 10.00 horas, en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.