Un menor dice que su entrenador le envió un vídeo en el que se masturbaba

Kilian J.B.O., entrenador acusado de delitos de abuso sexual, corrupción de menores y exhibicionismo.. EFE/Elvira Urquijo A.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Un menor ha afirmado este jueves ante la Audiencia de Las Palmas que el entrenador acusado de múltiples delitos de abuso sexual, corrupción de menores y exhibicionismo cometidos contra veinte niños, le envió a su teléfono móvil un vídeo en el que se estaba masturbando, que luego borró.

En la tercera sesión que se sigue contra el acusado Kilian J.B.O, que se enfrenta a una condena de 73 años y medio de prisión, este menor ha dicho que el procesado le pidió que también le mandara un vídeo con su imagen masturbándose, algo que no hizo, y que además, en tono de broma, les dijo a él y a otros niños que mostraran “sus cuquitas a ver quién la tenía más grande o pequeña”.

En esta sesión se han escuchado nuevos relatos de menores y declaraciones de testigos que trabajaron o fueron ayudantes del entrenador, que han coincidido en que “nunca” vieron al acusado hacer tocamientos ni mostrar vídeos pornográficos a los niños, aunque algunos han indicado que su actitud hacia estos les extrañaba y uno ha dicho que llegó a recriminarle por invitar a los menores a salir con él, porque no estaba permitido.

En esta jornada además han concluido las declaraciones de los 20 menores que la Fiscalía considera que fueron víctimas del acusado, un entrenador de un equipo de fútbol alevín de Las Palmas de Gran Canaria y monitor de un colegio que organizaba actividades los domingos.

El último de esos testigos ha manifestado que el acusado les pedía que se masturbaran en grupo, en “plan risa, pero nadie le hacía” caso, aunque después ha apuntado que se “ponía de pesado” con eso. Este menor ha dicho que él no se masturbó con el procesado pero que otros niños le contaron que sí.

Un menor, testigo de la defensa, al que también entrenó el acusado, ha afirmado que éste entraba solo a los vestuarios y que les grabó mientras se duchaban, una cuestión que no declaró con anterioridad porque entonces no se acordó.

Otro menor, también propuesto por la defensa, ha indicado que un niño le contó que el acusado le llevaba a su casa y le “tocaba el culo” y a él le invitó también a ir para jugar con la videoconsola pero que su madre no le dejaba “por si acaso le hacía cosas”.

Un coordinador de actividades del colegio al que iba el acusado los domingos por la tarde como monitor de fútbol ha afirmado al tribunal que no vio “nunca nada”, en relación a los hechos que se juzgan, si bien ha señalado que le recriminó por invitar a los niños a ir a los búnkeres, una zona de la ciudad en la que la fiscal sitúa parte de las actuaciones delictivas.

Así mismo, ha manifestado que cuando se conocieron estos hechos habló con los niños, quienes le contaron lo que ocurría en los búnkeres.

Otro testigo, que fue monitor del mismo colegio, ha dicho que tampoco vio al acusado hacer tocamientos, y ha afirmado también que uno le contó que se masturbó con él y no le creyó y que varios niños le dijeron que era un “pederasta”.

Un joven de 19 años, que fue ayudante del acusado en el equipo alevín que entrenaba, ha afirmado que nunca vio ningún comportamiento extraño en Kilin J.B.O., y que no recibió queja de los menores.

El padre de uno de los chicos a los que entrenaba, quien se ofrecía como ayudante del acusado, ha dicho también que “nunca” vio “nada malo”, si bien sí que apreció que era “un poco inmaduro”, algo en lo que han incidido numerosos testigos.

El presidente del club de fútbol que lo contrató ha explicado que despidió al acusado después de que una madre le comunicara que su hijo había recibido en su móvil “mensajes obscenos” del entrenador, y ha dicho que desconocía que hubiera otra denuncia similar, que quedó archivada, y que si hubiese advertido algo extraño lo hubieran despedido antes.

El juicio que celebra la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas continuará este viernes con la prueba pericial.

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