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Opinión - El pueblo es quien más ordena todavía. Por Rosa María Artal

Cuenca, un paseo monumental a apenas media hora en tren desde Madrid

Las Casas Colgadas desde el Puente de San Pablo; una de las imágenes clásicas de la ciudad de Cuenca. Massimo Frasson

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La mejor manera de encontrarse por primera vez con Cuenca es subir por el Paseo del Júcar hasta la Subida de San Pablo. El actual Parador de Turismo de la ciudad se construyó en el mejor lugar para poner un hotel aunque naciera como Convento (de San Pablo, por supuesto) allá por el siglo XVI como lugar de retiro más allá de los muros del viejo burgo. El lugar, una cornisa rocosa en la pared de la Hoz del Huecar, como casi todo por estos lares, tiene su historia. Dicen que un sirviente mudo fue testigo de un robo y siguió a los ladrones hasta esta peña. Los malhechores enterraron aquí la fortuna robada, pero el criado llevó allí al legítimo dueño del dinero. En agradecimiento a la honestidad del denunciante, decidió invertir todo lo recuperado en una sustanciosa pensión vitalicia para su benefactor y en el impresionante edificio gótico y renacentista que hoy ocupa el parador. Los religiosos se alejaron lo suficiente de la ciudad como para estar tranquilos y se aseguraron, al mismo tiempo, las mejores panorámicas. Hoy, la antigua iglesia tardogótica del cenobio acoge una buena parte de la obra de Gustavo Torner de la Fuente (Hoz de Huécar sn; Tel: (+34) 969 238 373; E-mail: espaciotorner@espaciotorner.com), uno de los muchos artistas que ha dado esta pequeña ciudad fecunda en genios.

Hoy, el enorme vacío que excavó el modesto Huecar se salva fácilmente a través de un puente de hierro que, como casi todo al otro lado del tajo, lleva el nombre de San Pablo. Es uno de los lugares más bonitos de España. Una de esas postales imprescindibles de las 50 ó 100 imágenes que explican lo que es España. El puente avanza hacia las famosas Casas Colgadas (que no colgantes). Uno de los iconos patrimoniales más bonitos del país y símbolo inequívoco de la ciudad. Casas que se asoman al vacío que rodean la plaza por dos de sus flancos. Hoces profundas excavadas por el ya mencionado Huécar y el Júcar, que se encuentran a las afueras del casco histórico formando una fortaleza natural formidable. Los romanos construyeron una pequeña torre junto al Puente romano del Castellar (Acceso por N-420 –camino de Segóbriga a 32,5 kilómetros de Cuenca) para controlar el camino hacia Levante, per la zona de la capital estuvo prácticamente despoblada hasta que llegaron los musulmanes y fundaron Qunka (concha) como plaza fuerte en el año 784. La ciudad ganó justa fama por la calidad de sus artesanos (marfil, plata…) y sus paños de lana beneficiándose de su posición estratégica entre las importantes ciudades de Toledo y Valencia.

LA CIUDAD VIEJA : La estructura de la vieja Qunka (plano turístico oficial) se mantuvo casi imperturbable a lo largo de los siglos. Cambiaron los nombres y las mezquitas y sinagogas se convirtieron en iglesias, pero la Cuenca de hoy, condicionada por la singular estrechez de su geografía, respeta bastante la configuración que le dieron los musulmanes más de un milenio atrás. Lo que hoy ocupan el Parque de La Trinidad y su homónimo del Huécar eran, antaño, una represa que, aprovechando la confluencia de los dos ríos, dificultaba el acceso a las murallas. Murallas que, a la altura del Puente de San Pablo se apoyaban en la roca desnuda del tajo para crear una fortaleza prácticamente inexpugnable. El camino se pega al cantil por la Calle canónigos y nos deja a los pies de esas casas colgadas que hoy albergan el Museo de Arte Abstracto Español (Casas Colgadas, sn; Tel: (+34) 969 212 983; E-mail: museocuenca@march.es) que no sólo tiene una de las colecciones de arte más importantes del país te permite ver buena parte de las casas colgadas por dentro. De ahí a la Plaza Mayor hay sólo un paso.

No te esperes una de esas enormes plazas porticadas castellanas: no. Aquí la estrechez es la norma. Todo tan junto que, como sucede con los ‘rascacielos’ del barrio de San Martín (la mejor forma de verlos es desde la calle Santa Catalina y desde las escaleras de San Martín) hay que aprovechar el más mínimo resquicio para poner piedra sobre piedra y mirar hacia arriba. La Plaza Mayor es una especie de triángulo estrecho y cerrado; su vértice son los arcos neoclásicos del Ayuntamiento y uno de sus lados la fachada sencilla pero linda de la Catedral de Cuenca (Plaza mayor, sn; Tel: (+34) 649 693 600; E-mail: catedralcuenca@catedralcuenca.es), una joya del primer gótico que destaca por sus líneas puras e impresionantes vidrieras. Las calles san Pedro y Trabuco suben hasta el antiguo Castillo y las murallas junto al Arco de Bezudo dejando algunos huecos a ambos lados para asomarse a las hoces; unos casi pequeñas grutas como el delCristo del Pasadizo y otros más monumentales como el Arco del Trabuco, otro de los vestigios de las murallas en la vieja medina.

Plaza Mayor abajo, el principal hito es Torre de Mangana, una esbelta torre de piedra que se erige en el entorno del antiguo alcázar de la ciudad árabe. De Mangana, que durante siglos sirvió de reloj y tablón de anuncios a viva voz, poco se sabe más allá de que en un dibujo del siglo XVI ya aparece. Dicen que fue catapulta, minarete y parte de una antigua sinagoga. Antes ocupaba la parte central de una enorme plaza, pero unas obras dejaron al descubierto gran cantidad de estructuras de piedra que hablan del pasado del lugar. Aquí estaba la antigua alcazaba árabe y, también, buena parte de la judería, que ocupaba todo el sector comprendido entre la Hoz del Júcar, Mangana y la calle Santa Catalina. Lugares como la Plaza de la Merced o la Plaza de Ronda (a los pies de los ‘rascacielos’) son los principales puntos de interés de la zona. Abajo, el casco histórico muere en la antigua Albarrana, zona militar adyacente a las viejas murallas. En la calle Alfonso VIII las portadas multicolores de las casonas no son más que la cara de esos rascacielos que, tajo abajo, tienen hasta nueve pisos. Acá arriba, todo es más chato, como para engañar. Más allá del antiguo Arco de San Juan, la vieja Cuenca da paso a la nueva… Otro mundo, vaya.

OTRAS VISITAS EN CUENCA

Museo de Cuenca Museo de Cuenca (Obispo Valero, 12; Tel: (+34) 969 241 679; E-mail: museo_cuenca@jccm.es): Sólo por ver la impresionante casona del siglo XVI en la que se albergan las colecciones merece la pena la visita. El museo está centrad en las impresionante colecciones arqueológicas que se han encontrado en la provincia. Las salas dedicadas a la época romana y al periodo musulmán son impresionantes. Importantes fondos numismáticos.

Museo de las Ciencias de Castilla La Mancha Museo de las Ciencias de Castilla La Mancha (Plaza de la Merced, 1; Tel: (+34) 969 240 320): Una magnífica opción para hacer una pausa y dedicar un par de horas al juego si viajas con enanos. Pero hasta visitar este museo, centrado en el futuro te da la oportunidad de conocer por dentro otra de las joyas artísticas de la ciudad, ya que el antiguo Convento de La Merced forma parte del centro. Muy buen planetario.

Museo Paleontológico de Castilla La Mancha Museo Paleontológico de Castilla La Mancha (Río Gritos, 5; Tel: (+34) 969 271 600): Impresionante. Y genial para ir con los enanos. El museo hace un recorrido por los hallazgos paleontológicos más interesantes de la región con especial atención a los dinosaurios. Muy bueno.

Museo de la Semana Santa Museo de la Semana Santa (Andrés de Cabrera, 13; Tel: (+34) 969 221 956; E-mail: contacto@msscuenca.org): No sólo para creyentes. Interesante colección de obras de arte vinculadas a la Semana Santa conquense.

Fundación Antonio Pérez Fundación Antonio Pérez (Ronda Julián Romero; Tel: (+34) 969 230 619): Centro de arte contemporáneo formado con la impresionante colección de Antonio Pérez, una de las figuras más importantes de la cultura española de la segunda mitad del XX. La exposición permanente cuenta con firmas de la talla de Millares.

TRES VISITAS A DOS PASOS DE CUENCA

La Ciudad Encantada (Acceso por CM-2104): Uno de los símbolos naturales de la provincia. Este paisaje calcáreo es el fruto de millones de años de lenta erosión. El agua y la lluvia formaron un verdadero laberinto de pasadizos adornado por curiosas esculturas.

Parque Arqueológico de Segobriga Parque Arqueológico de Segobriga (CM-310 –Saelices-; Tel: (+34) 629 752 257; E-mail: segobriga@dipucuenca.es): Segobriga fue una de las ciudades romanas más importantes del interior de la Península Ibérica lo que queda de manifiesto con los restos que han salido a la luz después de décadas de excavaciones. Uno de los mejores parques arqueológicos del país.

Monasterio de Uclés Monasterio de Uclés (Castillo, sn –Uclés-; Tel: (+34) 969 135 058; E-mail: reservas@monasteriodeucles.es): Lo llaman el Escorial de La Mancha. Es una de las obras cumbre del plateresco español y guarda una gran cantidad de tesoros artísticos. Y después está todo lo que puedes ver en Uclés, una villa chiquita que fue cabeza de la Orden de Santiago y que está llena de historia.

Fotos bajo Licencia CC: Gabriel Gonzalez; Massimo Frasson; M.Peinado; Nigel Swales; Jocelyn Erskine-Kellie; Carlos Sánchez; Toni Rodrigo

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