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Un viaje en el tiempo en Pedraza; el pueblo medieval de la Sierra segoviana

La Torre románica de San Juan de Pedraza desde uno de los palacetes de la localidad segoviana.

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Dicen que es el pueblo medieval mejor conservado de Europa. Por lo pronto es uno de los pocos que no ha sucumbido a la dictadura del automóvil y sigue siendo una plaza fuerte a la que se accede por una sola puerta. Recinto fuerte perfecto que culmina en el famoso Castillo de Pedraza (Plaza del Castillo, sn), una fortificación del siglo XIII que hunde sus raíces mucho más allá ejemplificando el pedigrí histórico de la población. Porque Pedraza primero fue Pretaria, una pequeña plaza fuerte romana que ocupaba el lugar de un oppidum celtíbero previo. Incluso hay quien dice que aquí nació Trajano, uno de los mejores emperadores de aquella Roma que dominaba Europa (así se cuenta en la Historia General de España mandada a hacer por el mítico Alfonso X el Sabio). Las piedras del castillo tienen esos rastros de Roma y algunos de Al Andalus, pero los primeros datos escritos que hablan de la ciudad son del siglo X aunque en la centuria anterior debió ser una de las infraestructuras defensivas cristianas frente a las frecuentes incursiones musulmanas desde el sur. La conquista de Toledo (1085) y el traslado de la frontera con el Islam del Duero al Tajo provocó que la plaza creciera y se asentara la población.

Lo que hoy vemos es fruto de los mejores años de la plaza en los siglos XV y XVI. El comercio de la lana llenó el pueblo de palacios nobiliarios y engrandeció de manera considerable el ajuar y la fábrica de la Iglesia de San Juan Bautista (Plaza Mayor, 1), un templo de origen románico (hay que recordar que Segovia es uno de los territorios peninsulares con mayor y mejor catálogo de este estilo arquitectónico). Aún así pueden verse esos rasgos románicos en el ábside y en la torre: de resto hay una amalgama de añadidos que van desde el gótico al barroco pasando por el renacentista. En su interior destacan su pila bautismal gótica (siglo XIII) y un impresionante órgano. 

Riqueza. La familia Fernández de Velasco, que ostentó el título de Condestables de Castilla, fue la responsable de esta época de esplendor. El único acceso a la localidad se hace a través de la Puerta de la Villa que nos deja en la Calle Real. Ahí mismo tienes el primero de los puntos de interés: la Cárcel Pública (Real, 20) que se puede visitar en rutas guiadas con reserva previa (Tel: (+34) 921 509 960 y (+34) 666 796 538). La Calle Real ya empieza a dar muestras del carácter monumental del pueblo una imagen que queda ya totalmente fijada con la Plaza Mayor, que para muchos es la más bonita de las plazas rurales de todo el país. De trazado irregular, la plaza presenta una colección notable de palacios de los siglos XV y XVI con abundancia de fachadas porticadas en la que hay una muy buena colección de blasones nobiliarios. Aquí en la Plaza también puedes ver la Iglesia de San Juan Bautista.

La fama de Pedraza como Plaza Fuerte queda de manifiesto en su ubicación (en una meseta elevada entre dos pequeños valles fluviales) y en la potencia de sus fortificaciones. Desde el Mirador de Luca de Tena (La Florida, 1) puedes ver el lienzo de murallas que culmina en la Torre Albarrana que servía para guardar el acceso por la Puerta de la Villa. Todo este sistema de muros y escarpes culmina en el Castillo de Pedraza. La fortaleza tuvo su peso en la historia: aquí, por ejemplo, se alojaron los hijos de Francisco I de Francia mientras fueron rehenes de Carlos V. Hoy el castillo compagina su uso como sala de eventos con un pequeño museo dedicado a la figura del pintor Ignacio Zuloaga que compró el Castillo en 1925 y lo convirtió en residencia y taller habitual hasta su muerte en 1945. En este museo no sólo pueden verse algunas de las obras más notables del pintor vasco, sino que también parte de la colección del artista, que incluye firmas ilustres de la talla de El Greco, Goya o varios maestros flamencos.

Antes de poner la vista en los alrededores del pueblo hay que hacer aquí una última visita recomendable. La Casa del Águila Imperial (Cañada Real, sn), un centro museístico dedicado a una de las especies más representativas de la fauna castellana. El museo se localiza en una antigua iglesia románica (San Miguel) y se centra en dos aspectos principales: las características biológicas de la especie y el trabajo que se ha realizado en las últimas décadas para garantizar la supervivencia de un ave que estuvo en serio riesgo de extinción a principios del siglo XXI. El águila imperial es también un icono cultural de primer nivel y está presente en la historia del país a través de la heráldica y multitud de tradiciones y leyendas. El centro está muy bien montado y cuenta con una exposición y buenos audiovisuales. Los jardines de San Miguel (acceso por SG-V-2512).- Los antiguos huertos de la Ermita de San Miguel (a varios kilómetros del centro) se han convertido en un bonito jardín que merece la pena ir a ver.

Pedraza mucho antes de Roma.- El Arroyo del Vadillo es uno de los dos riachuelos que enmarcan la soberbia fortaleza natural sobre la que se asienta Pedraza. Bajo las murallas de la villa se encuentra la Cueva de la Griega (acceso desde sendero de Arroyo del Vadillo) una pequeña cavidad en la roca caliza donde puedes ver una impresionante colección de grabados rupestres paleolíticos dónde hay caballos, ciervos, peces, bóvidos y hasta figuras antropomorfas. La ocupación humana de la cueva abarca miles de años como puede verse en la sucesión de grabados rupestres que van desde esos animales del Paleolítico a extraños motivos geométricos posteriores. Un viaje en el tiempo en una cueva que apenas tiene 200 metros de largo y que además presenta inscripciones romanas, islámicas y posteriores. Una pasada.

Bajar a las tripas de la sierra en Enebralejos.- La Cueva de Enebralejos (Travesía de Enebralejos, sn) es la más importante de la provincia de Segovia. La belleza natural de este lugar es indudable con galerías cuajadas de estalactitas y estalagmitas y rincones que sobrecogen. Pero este lugar también es una pequeña joya histórica que nos da una foto fija de las gentes que vivieron aquí hace unos 4.500 años. En Enebralejos se descubrieron interesantes restos del Calcolítico (2.500 AC). La cueva sirvió como necrópolis y santuario y además de ajuares funerarios se han encontrado pinturas rupestres y grabados. La visita se inicia en un interesante centro de interpretación y culmina con la bajada a la cueva. 

El mejor acebal de la Sierra Central.- Otro lugar de interés es el pequeño pueblo de Prádena, el típico pueblecito serrano con sus casas de piedra y calles angostas. Aunque el casco urbano es bonito, el punto de interés más importante de este lugar se encuentra sierra arriba. Aquí nos encontramos con el bosque de acebos más grande y mejor conservados de la Sierra Central y uno de los más grandes de toda Europa. El Acebal de Prádena es una reliquia preciosa que se puede explorar en profundidad gracias a un cómodo sendero circular de dos kilómetros que se adentra en lo más profundo del bosque siguiendo el cauce del Arroyo de los Palancares (donde puedes ver varios saltos de agua entre árboles y piedras cubiertas de musgo).

Fotos Bajo Licencia CC: Josep María Viñolas Esteva; Fotos con mi FJR; dchelyadnik@yahoo.com; Richard Mortel

Eduardo Mínguez Pérez

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