Una pequeña guía de Reus: la ciudad modernista que miró de tú a tú a Barcelona

Balcón modernista de la Casa Navás, en Reus.

Viajar Ahora

16 de septiembre de 2021 19:18 h

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La Reus de hoy es la heredera directa de un milagro que se produjo a finales del siglo XIX. La ciudad se encuentra en plena campiña del Campo de Tarragona a dos pasos de la capital de provincia (con un patrimonio romano y medieval apabullante reconocido por la Unesco como patrimonio Mundial), muy cerca de las espléndidas playas de Salou y Cambrils y a apenas unos minutos de Port Aventura, uno de los parques temáticos más importantes de Europa. Un destino, por cierto, que se ha vuelto cercano y accesible para el público canario. La compañía Binter Canarias conecta Reus y Las Palmas de Gran Canaria en apenas tres horas de vuelo directo sin escalas por lo que es un buen lugar para programar una escapada de fin de semana (las conexiones son los jueves y los domingos) o como parada obligada de un viaje largo a esta parte de la Península Ibérica. Reus no es grande en tamaño, pero sorprende la cantidad de cosas que pueden encontrarse en sus calles y plazas. Lo más notable es su imponente patrimonio arquitectónico pero hay mucho más.

Para entender Reus hay que llegar hasta la Plaza del Mercadal y plantarse justo en frente de la fastuosa Casa Navás (Plaça del Mercadal, 7ª; Tel: (+34) 977 010 670). No hace falta, por el momento, entrar. Porque mucho de lo que verás dentro del palacete se hizo para ser visto desde fuera. Una demostración de riqueza tal que asombra. Pero no nos vayamos por las ramas. Hablábamos de Reus y aún no de las extravagancias de la residencia de la familia Navás. Este palacete esquinero es la huella y la consecuencia de un momento histórico muy particular en el que esta pequeña ciudad de la provincia de Tarragona llegó a rivalizar con la mismísima Barcelona en riquezas, emprendimientos y audacias. En aquellos tiempos de la segunda mitad del XIX, Reus era la segunda ciudad en importancia de Cataluña con más de 20.000 almas y, también, un centro económico que compaginaba una potente industria textil y el brillo del negocio de la destilación de vinos, licores y aguardientes. Actividades que convertirían a la localidad tarraconense en uno de los polos económicos más importantes del país. Reus tenía bolsa de valores; se editaban dos periódicos y fue una de las ciudades precursoras de la expansión del ferrocarril en tierras ibéricas. Y, como decíamos, en ese contexto la ciudad se engrandeció y embelleció siguiendo los cánones estéticos de finales del XIX y principios del XX. Y junto a las viejas piedras medievales, que poco a poco fueron desapareciendo, se fueron plantando mansiones y casonas para las grandes familias. Y se llenó de arquitectos, obreros y proyectistas que dieron como resultado una de las tramas urbanas más interesantes de Cataluña. La palabra clave que explica este proceso es modernismo.

La relación de Reus con este estilo artístico trasciende incluso el inmenso catálogo de casonas, palacetes y monumentos que se reparten por la práctica totalidad de su trama urbana (hasta en el cementerio). Aquí nació Antonio Gaudí, una de las figuras claves para entender el cambio de siglo en Cataluña. El genio vio la luz en una casa de clase media industrial (en el número 4 del Carrer de Sant Vicent); y aunque el inmueble no tiene nada de especial, es un lugar importante. Una sencilla escultura en el Carrer de la Selva del Camp muestra a Gaudí aún muy niño jugando con lo que parecen cacharros dados vuelta. La familia del arquitecto tenía un taller de calderería que surtía a las destilerías locales. Allí entró el futuro genio en contacto con la creación de volúmenes y espacios. Ahí debió descubrir la importancia de las líneas curvas. La pasión por la naturaleza y los viejos vestigios medievales de la comarca terminarían por crear ese universo simbólico que lo auparían a la categoría de mito internacional. Pero, paradójicamente, ninguna de las joyas modernistas de Reus es suya. Gaudí no construyó nada en sus pagos natales. Y cuando lo intentó no pudo o no le dejaron hacerlo. Pero el genio es de Reus y el único centro de interpretación de su obra está aquí. El Gaudí Centre (Plaza Mercadal, 3; Tel: (+34) 977 010 670; E-mail: infoturisme@reus.cat) es una pasada. Atesora algunos objetos personales, planos, dibujos, reproducciones… Pero el punto fuerte es la combinación de maquetas y recursos audiovisuales de primera que te sumergen, de manera literal, en la obra del arquitecto. Y de ahí hasta la Casa Navás no hay más que un paso. Esta casona no lleva la huella de Gaudí, pero es una de las cumbres del modernismo en toda España. Es el culmen de una ruta modernista por la ciudad que incluye una veintena de grandes edificios y pequeños detalles que se esparcen por todas partes. En la calle Monterols tenemos las casas Laguna y Carpa; en San Juan la casa Gasull, la casa Rull, el Dispensario Antituberculoso y el Matadero; en LLovera, las casas Bartolí, Querol, Tomás Jordi y Punyed… Y así un montón más que ponen de manifiesto la importancia que tuvo la ciudad durante aquel cambio de siglo frenético y tumultuoso.

Mucho más que modernismo.- Reus es mucho más que su brutal patrimonio modernista. La ciudad se deja ver en sus rincones, callejas y plazas. El centro histórico tiene otros dos puntos neurálgicos a ambos lados de la Plaza Mercadel: al norte la Plaza Prim, donde puedes ver una enorme estatua ecuestre del héroe local (el liberal Juan Prim) que también le sirve de mausoleo y algunos edificios notables como el Teatro Fortuny (Plaza de Prim, 4; Tel: (+34) 977 010 657). Y al sur la recoleta Plaza de les Peixateries Velles, corazón de la antigua villa medieval y sede del antiguo mercado (de ahí el nombre de pescadería vieja). Todo este lugar fue modificado durante los años de gloria industrial de Reus, pero aún sigue siendo uno de sus rincones más auténticos y bonitos. No dejes de visitar la Iglesia Prioral de Sant Pere de Reus (Plaza Sant Pere, sn; Tel: (+34) 977 341 635) una maravilla de los últimos tiempos del gótico (siglo XV) que es, sin lugar a dudas, el gran monumento de Reus por encima, incluso, de su arquitectura burguesa de finales del XIX y principios del XX. Piedras con pedigrí.

En esta zona puedes ver las trazas de la ciudad medieval, de la que apenas quedan rastros, en callejuelas estrechas y retorcidas y espacios que recuerdan otros tiempos como la Plaza del Castillo. Hace algunos años se descubrieron algunos restos de la muralla en la calle Roser y hay otros edificios notables dignos de verse como el Palacio Bofarull (Carrer de Llovera, 15; Tel: (+34) 977 345 950), un soberbio palacete neoclásico del siglo XVIII que hoy es sede de la Escuela Municipal de música. Sólo para ver sus pinturas murales y la excéntrica decoración interna merece la pena la visita. Otro lugar interesante es el Refugio Antiaéreo de La Patacada (Carrer de Sant Llorenç, 36; Tel: (+34) 977 010 660). Este vestigio de la Guerra Civil en la ciudad es de los pocos refugios que pueden visitarse en la zona. Aquí vas a encontrar una exposición fotográfica centrada en los efectos de los bombardeos en la ciudad.

La hora del Vermut.- Industria textil y destilado de vinos y alcoholes. Estas fueron las dos patas sobre las que se asentó el desarrollo económico de Reus. Ya hablamos de una de las consecuencias de este periodo, el modernismo. La otra seña de identidad de deriva de aquellos tiempos es el famoso Vermut de Reus. Esta bebida está elaborada a partir de vino y una mezcla de elementos y especias que le dan un sabor muy especial. Los vermuts de Reus ganaron fama en España y más allá de las fronteras del país y aún hoy son uno de los puntos fuertes de la ciudad que, incluso, ofrece una ruta que recorre lugares históricos relacionados con esta industria y un buen número de locales en los que se pueden degustar las diferentes marcas que se elaboran en la zona. Los puntos culminantes de este paseo son la Estación Enológica (Passeig de Sunyer, 4; Tel: (+34) 977 328 332), un soberbio conjunto de edificios industriales de estilo modernista, el Restaurante Museo del Vermut (Carrer de Vallroquetes, 7; Tel: (+34) 977 342 312), donde se custodia una impresionante colección de 5.000 objetos relacionados con esta industria y la antigua fábrica de Vermuts Rofes (Carrer de Sant Vicenç, 21; Tel: (+34) 977 344 584), antigua destilería reconvertida en restaurante donde puedes probar los vermuts de la casa.

Otros puntos de interés en la ciudad.- En el Museo de Reus (Raval de Santa Anna, 59; Tel: (+34) 977 010 660) puedes rastrear la historia de la ciudad a través de sus colecciones de ciencias naturales, arqueológicas, artísticas y etnográficas. El Institut Pere Mata (Carretera Institut Pere Mata, 6; Tel: (+34) 977 338 565) es otra de las grandes joyas del modernismo reusense y aunque queda un poco a desmano es una visita más que interesante si se pasan varios días en la ciudad. El pabellón interior de este antiguo hospital psiquiátrico es, sencillamente, brutal y sirve de culmen a un conjunto de edificios que alcanza grandes niveles de monumentalidad. 

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