Un paseo por la Costa Jurásica: fósiles, playas y castillos en el sur de Inglaterra
La Costa Jurásica es un tramo de litoral de algo más de 150 kilómetros entre la localidad costera de Exmouth (a pocos kilómetros de la ciudad histórica de Exeter) y la bahía de Studlan que es famosa por la alta concentración de fósiles y estratos geológicos con millones de años de edad. Es un lugar pintoresco que sirve de nexo entre las costas del sur de Inglaterra y las tierras de la mítica Península de Cornualles, uno de los lugares más auténticos de la isla. El gran atractivo de la ruta es ir descubriendo sus inquietantes paisajes costeros y viendo esos rastros del pasado en las rocas. Pero hay muchísimo más. Aquí podemos ver viejos castillos y fortalezas, disfrutar de algunas de las mejores playas inglesas y visitar pueblecitos costeros que adelantan lo que uno se va a encontrar en Cornualles. Además, esta comarca está, relativamente, cerca de Londres (112 -180 kilómetros- millas entre Poole y Londres). Así que uno puede hacer una escapada de dos días desde la City en un viaje que pasa, por ejemplo, Winchester (germen de la Inglaterra post romana y con algunos monumentos dignos de verse) y permite un pequeño desvío hasta Salisbury y la mítica Stonehenge.
Llegando al estuario de Studland.- En sentido estricto, la Costa Jurásica comienza en Old Harry Rocks, el conjunto de rocas y cantiles de intenso color blanco que forman el primero de los grandes hitos geológicos del litoral de Dorset. Pero antes de ir buscando esos puntos ‘jurásicos’ conviene quedarse un buen rato por las inmediaciones de Stutland Bay para ver las marismas de Studland and Godlingston Heat, un ecosistema único en el sur de Inglaterra en la que hay campos de dunas, turberas, bosques costeros y zonas de humedal donde se desarrolla una importante vida salvaje. Y también hay espacio para la historia en lugares como Corfe Castle (Acceso por A351) uno de los castillos medievales más importantes de la zona y, también, escenario de batallas decisivas de la historia del país. Para muestra un botón. La fortaleza es anterior a la invasión normanda y aguantó bien hasta la Guerra Civil Inglesa (siglo XVII) cuando fue derribado por las fuerzas parlamentarias de Oliver Cromwell tras dos asedios. Brownsea, el inicio de los Boy Scouts.- Para mitómanos queda la pequeña isla de Brownsea. Aquí vas a encontrar un castillo interesante (Brownsea Castle -del siglo XV-) y los terrenos en los que se celebró el primer campamento de los Boy Scouts en 1907 (hay un monolito que lo recuerda). Los ferrys para llegar hasta la isla parten de Poole Quay (The Quay, sn –Poole-).
Dinosaurios, peces monstruos y árboles prehistóricos.- El tramo de costa que va desde Old Harry Rocks y la Isla de Portland es la más rica en restos fósiles. Este es, justamente, el lugar que ha dado nombre a este trozo de litoral con lugares realmente sorprendentes. Pero para empezar vayamos un par de millas tierra adentro hasta The Etches Collection Museum of Jurassic Marine Life (Kimmeridge) un completísimo museo dedicado a la paleontología que te da una idea muy buena de lo que fue este lugar cuando los bichos que ahora son fósiles estaban vivos. Y desde ahí se pueden ir viendo los diferentes yacimientos. Los más brutales desde el punto de vista de los fósiles son Fossil Forest (Lulworth Cove), donde puedes ver los tocones de cientos de árboles convertidos en roca pura; West Bay Beach (West Bay), un arenal kilométrico que se extiende bajo un acantilado donde abundan los fósiles (es fácil encontrarlos y verlos) y Monmouth Beach (Lyme), en cuyas rocas pueden verse miles de ammonites impresos sin tener que hacer ningún esfuerzo. ES increíble poder ver miles de fósiles por todos lados. Fósiles, fósiles, fosiles… En el pueblo costero de Lyme (muy bonito hay dos pequeños museos dedicados a los fósiles y a los dinosaurios: Lyme Regis Museum y el más ‘naif’ Dinosaurland Fossil Museum).
Pero la Costa Jurásica también es famosa por su espectacular valor paisajístico y geológico. Casi a cada tramo hay algo que ver y un lugar que merece un desvío de ruta. Para nosotros, los mejores lugares que ver en Jurasic Cooast están en torno a Lulworth Cove, una bahía muy bonita con varios puntos culminantes de la ruta. El más espectacular es Stair Hole, un pliegue de sedimentos que ha dejado al aire una verdadera clase de geología donde puede verse como las fuerzas de la tectónica pueden plegar la piedra como si fuera barro humedecido. A dos pasos de aquí se encuentra Durdle Door, un curioso arco con el mar de telón de fondo. El otro lugar que te recomendamos para alucinar con los paisajes marítimos de la comarca es Rousdon Cliffs (acceso desde Steaton –Stepps Road), una línea de cantiles costeros del particular color blanco de esta parte del mundo. Te recomendamos verlos desde arriba en Dowlands y desde abajo dando un paseo por Axmouth Beach (acceso directo desde Steaton).
Weymouth y la Isla de Portland.- El principal atractivo para llegar hasta la Isla de Portland es ir a visitar su faro, punto que sirve de extremo norte del inicio del Canal de la Mancha. Por eso ha sido un lugar especialmente cuidado por un país que siempre basó su proyección como potencia en su poderío naval. El entorno de Portland y la vecina Weymouth está plagado de torres de señales, pequeños y grandes fuertes y baterías costeras que ponen de manifiesto el celo inglés en proteger sus costas. En apenas unas millas podemos ver la evolución de la arquitectura militar desde la Edad Media al siglo XX: del castillo sajón a las modernas baterías que se instalaron aquí durante la Segunda Guerra Mundial. Aquí también puedes visitar un museo sobre el Día D (Admiralty Buildings, Castletown) ya que desde aquí partieron varios de los barcos que participaron en el Desembarco de Normandía. Para los amantes de la naturaleza quedan las marismas de East Fleet (acceso Fleet Lane), un santuario de vida salvaje en la que hay aves para parar un tren. No dejes de pasear por Pebble Beach, una playa kilométrica tapizada de chinorros de color pardo. Es un lugar muy bonito de ver y también da acceso a la zona de marismas.
De Exmouth a Exeter.- La Costa Jurásica se termina junto a la desembocadura del Río Exe, uno de los cauces naturales más importantes de esta parte del país y frontera histórica entre el corazón de Inglaterra (la Wessex de las crónicas) y el reino celta de Cornualles. Vamos a cruzar el río sólo para ver Powderham Castle, una vieja casona solariega del siglo XIV, y acercarnos a la costa. Así que durante casi todo el tiempo estaremos en la orilla este de río recorriendo los escasos 17 kilómetros que separan el pequeño pueblo costero de Exmouth y Exeter. Antes de llegar a la ciudad haz una parada en la curiosa A La Ronde (Summer Lane –Exmouth-), una curiosa granja del siglo XVIII en forma de octógono que se ha convertido en museo. Exeter es una de las ciudades históricas de esta parte del país y eso se nota, por ejemplo, en su famosa Catedral de San Pedro (The Cloister, 1) una de las más importantes construcciones góticas del país (tiene la bóveda medieval más larga de toda Inglaterra) y ejemplo paradigmático de la arquitectura normanda en la isla. La ciudad no es muy grande y los sitios de interés se encuentran a pocos pasos de la catedral. Los más notables son el histórico Guildhall (High Street, 203), sede del ayuntamiento desde la Edad Media, los restos de la muralla romana (Roman Walk, sn) y el Castillo de Exeter (Castle Street) que data de tiempos de la invasión normanda del famoso Guillermo el Conquistador. En las calles de la ciudad pueden verse varias iglesias medievales (las más interesantes son las de St. Marys Steps –West Street- y St. Nicholas –The Mint-), casas con muchos siglos de historia encima y curiosidades como Parliament Street, que según dicen es la calle más estrecha del mundo.
Fotos bajo Licencia CC: Gary Campbell-Hall; Simaron; Odd Wellies; Robbie Shade; Andrew Bone; Kyle Taylor
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