Gran Canaria en cuatro rutas en coche: Desde las medianías a Tamadaba

Casas en Artenara. La mitad de este pueblo grancanario está directamente excavado en la roca.

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Iniciamos la ruta de hoy en la intersección de la GC-23 (Carretera de Circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria) y la GC-21, una de las rutas más importantes de las que unen la capital con la zona cumbrera de la isla. Este punto del viario insular se encuentra a poco más de 8 kilómetros del centro de la ciudad (cinco minutos a través de la propia GC-23) y a 56,3 kilómetros del Faro de Maspalomas (poco más de 35 minutos por la GC-1 y la GC-23). Hoy atravesaremos la isla de lado a lado en un recorrido que te va a permitir ver las enormes diferencias que existen entre el norte de la isla (dónde empezamos) y los barrancos casi saharianos que desaguan la espectacular Caldera de Tejeda. Como sucede con todas las rutas en coche por las Islas Canarias, el número de kilómetros engaña y conviene salir muy temprano para evitar conducir de noche de vuelta a nuestro lugar de alojamiento. La ruta completa se puede hacer en unas siete horas con las paradas correspondientes.

Los primeros kilómetros transcurren por la margen sur del Barranco del Pino, otra de las acostumbradas grietas que surcan toda la geografía isleña de cumbre a costa. Ya desde los primeros momentos podrás ver cómo va cambiando el paisaje y el verde se va adueñando del lugar y aparecen las primeras manchas de bosque antes de entrar a Teror (km 10,5), una de las poblaciones más importantes de las medianías grancanarias. El pueblo se organiza en torno a la Basílica de Nuestra Señora del Pino (Plaza del Pino, sn; Tel: (+34) 928 630 118) uno de los edificios religiosos más importantes de la isla y, también, uno de los más hermosos desde el punto de vista artístico y arquitectónico (y con un tesoro artístico impresionante en su interior). La mejor manera de iniciar la visita a la ‘villa’ es caminar por la Calle Real de la Plaza y explorar los rinconcitos que se encuentran en torno a la basílica. Si quieres ver por dentro una de las casonas señoriales de la plaza entra en el Museo de los Patronos de la Virgen (Calle Real de la Plaza, 1; Tel: 928 630 239). Otros puntos de interés a tiro de piedra son el coqueto Parque Teresa de Bolívar y el Palacio Episcopal (Calle Obispo Urquinaona). Para instagramers y fotógrafos queda la escalinata de la Calle Diputación. Desde aquí puedes hacer unas muy buenas fotos de la cúpula de la basílica.

Nos reincorporamos a la GC-21 y seguimos subiendo hacia Valleseco. El nombre de esta localidad es una paradoja ya que nos encontramos en una de las zonas más verdes de Gran Canaria. En el Área Recreativa La Laguna (km 18,2) puedes ver una pequeña nuestra de bosque de Laurisilva que rodea una pequeña laguna frecuentada por aves acuáticas. Estamos en el cráter de un antiguo volcán inundado. La GC-21 atraviesa las localidades de Valleseco y Lanzarote dejándonos ver algunas de las tierras agrícolas más fértiles de Gran Canaria. Pasamos junto al borde del Barranco de la Virgen, donde algunas manchas de laurisilva se mezclan con los castaños y los primeros pinos que anuncian la cercanía de la cumbre de la isla. Nos acercamos a uno de los parajes más hermosos de la isla. Desde el Mirador de Los Pinos de Gáldar (km 31,6) puedes ver gran parte del norte grancanario desde el borde de un volcán extinto; y si miras a tu espalda, la masa verde del Pinar de Tamadaba y, si el tiempo lo permite, el Teide y buena porción de la vecina Tenerife. Una pasada. Este lugar ejerce de ‘frontera’ entre dos ecosistemas: ladera abajo manda la Laurisilva en recuperación (esta zona es objeto de un gigantesco proyecto de reforestación y restauración medioambiental) y ladera arriba el pinar que nos acompañará un buen rato.

El camino hasta Artenara (km 38,7) pasa junto a un paisaje agrícola singular con innumerables bancales (terrazas de cultivo) que ocupan las laderas en las que el pinar no impone su ley. Artenara merece echar pie a tierra y dar un buen paseo. El pueblo es pintoresco y se sitúa justo al borde de la Caldera de Tejeda, por lo que las vistas son brutales (acércate hasta el Mirador de Unamuno para ver lo que el ilustre escritor calificó como ‘Tempestad Petrificada). Uno de los mayores atractivos de Artenara es su barrio de casas-cueva, un entorno que pone de manifiesto la pervivencia de las costumbres ancestrales anteriores a la conquista europea. En el barrio ‘rupestre’ de Artenara podrás ver una ermita excavada en la roca y hasta un museo etnográfico (Calle Párroco Domingo Báez, 13; Tel: (+34) 928 666 102) dónde puedes ver como se vivía en estas casas-cueva hasta prácticamente antes de ayer. Otro punto importante de Artenara es el Centro de Interpretación de Risco Caído (La Cilla, sn; Tel: (+34) 649 507 746; E-mail:  centrointerpretacionriscocaido@gmail.com –se necesita cita previa-). En este lugar hay una réplica exacta de la cueva del mismo nombre, un complejo observatorio astronómico con el que los antiguos canarios determinaban el paso de las estaciones usando la proyección de la luz del sol en las paredes de una cueva excavada y llena de símbolos mágicos y religiosos. Esta cueva fue uno de los pilares de la inclusión de la isla en el selecto club del Patrimonio Mundial de la Unesco.

TAMADABA Y ACUSA: LA PUERTA A LA GRAN CANARIA MÁS SALVAJE.- En Artenara termina la GC-21, vía que hemos transitado en su totalidad. Ahora tomaremos la GC-210 y, posteriormente, la GC-216 para llegar hasta el imponente Pinar de Tamadaba (km 50,2). Aún si no bajas del coche, llegar hasta este punto vale la pena. Los paisajes son brutales (sobre todo en el camino de vuelta) y merece la pena hacer algún paseo entre los pinares antes de volver al coche. Seguimos hasta otro punto culminante: Acusa Seca (Km 61,6). Para llegar hay que volver sobre nuestros pasos hasta la GC-210 y tomar la dirección Acusa – La Aldea. La Mesa de Acusa es una meseta prácticamente plana que se asoma a la Caldera de Tejeda en paredes verticales de varios centenares de metros de altura. El pueblito de Acusa Seca es otro de los barrios rupestres de Artenara (casas cueva) en el que parece que el tiempo se detuvo. El poblado está a resguardo bajo un alero de piedra gigantesco lo que acentúa la espectacularidad del lugar. Desde aquí parte un sendero que te conduce a una multitud de cuevas prehispánicas que se usaron durante siglos como graneros, tumbas, viviendas y santuarios. Para nosotros, este lugar está entre los más especiales de toda la isla.

Volvemos a la Mesa de Acusa para precipitarnos barranco abajo siguiendo la GC-210 hasta La Aldea (km 83,3) por un tramo de carretera que te evocará mil y un lugares. Esto es un verdadero escenario para una película de aventuras. Desde La Aldea tienes dos posibilidades: para llegar hasta el área de Maspalomas tienes 54 kilómetros vía Mogán –una hora y diez minutos- y para ir hasta Las Palmas de Gran Canaria deberás tomar la GC-2 (62,8 kilómetros –una hora-).

Fotos bajo Licencia CC: Carlos M; Bengt Nyman; Pablo; Viajar Ahora

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