El volcán de La Palma ha separado a decenas de familias de sus animales. El Instituto Eusebio Barreto de Los Llanos de Aridane y el recinto ferial de El Paso se han convertido durante estas tres semanas en el refugio de decenas de cerdos, perros, gatos, gallinas, conejos y ovejas, entre otros. El estrés, la ansiedad y la deshidratación son algunas de las consecuencias de la catástrofe en la salud física y emocional de los animales. ''De golpe su vida se ha roto y no saben por qué están aquí. No saben por qué no están en un campo abierto o cerca de sus dueños'', explica la presidenta de la Protectora de Animales y Plantas Benewara, Esther Campos.