'Crónicas secretas de la Guerra Civil en Cantabria' propone un acercamiento a uno de los momentos socialmente más traumáticos y disruptivos de la historia reciente, y lo hace mediante un puzle de secuencias históricas reforzadas por abundante documentación gráfica y visual, en muchos casos totalmente inédita. Estos artículos abordan numerosos acontecimientos y situaciones que nos ayudan a entender una etapa tan cercana como oscura, todavía hoy llena de episodios desconocidos y poco explorados, y forman parte de un extenso trabajo de investigación en formato de libro firmado por el sociólogo, editor y escritor Esteban Ruiz.
Las Misiones Pedagógicas en Cantabria: Cultura al servicio de las clases populares
La creación de las Misiones Pedagógicas en Cantabria fue iniciativa de los profesores de la Escuela Normal de Magisterio de Santander, junto a los estudiantes de la Federación Universitaria Escolar (FUE). Bajo la inspiración de La Barraca de Federico García Lorca, conformaron un cuadro artístico comprometido con el objetivo de divertir y entretener a la gente del mundo rural, abriéndoles ventanas al ocio y a la cultura.
La primera salida de las Misiones Pedagógicas santanderinas tuvo lugar el domingo 14 de mayo de 1933, con sendas actuaciones en Llanos de Penagos y Vargas, localidades a las que sumaron en los meses siguientes muchas otras. En su repertorio, el elenco de jóvenes idealistas incluyó obras teatrales de Lope de Rueda, Cervantes y Benavente, intercalando entre ellas un pequeño recital de poesías de Rubén Darío y Jesús Cancio, además de canciones montañesas. Sus principales herramientas de trabajo fueron el gramófono, el proyector de cine -para muchas familias campesinas aquel fue su primer contacto con el cinematógrafo- los discos de pizarra y una batería de acumuladores, imprescindible en la mayoría de los pueblos que aún no conocían la luz eléctrica.
El pedagogo Jesús Revaque Garea, uno de los promotores de las Misiones, relató su experiencia personal por las comarcas de Valderredible y Saja en el diario El Cantábrico. En sus “crónicas misioneras”, este maestro renovador aseguró que había pueblos a los que llegaban “conduciendo unos burros cargados con cajas extrañas, que llevan 'electricidad en conserva', unos libros y unos gramófonos… gracias a los cuales, los sorprendidos aldeanos podían deleitarse oyendo variada música popular española y hasta obras maestras como 'Tannhäuser'”. En algunas ocasiones, recordaba Revaque, la Misión debía comenzar con labores más elementales: “Barriendo los techos, suelos y paredes de la escuela, regándolos con Zotal…”.
El programa cultural era similar en todos los lugares y comenzaba con audiciones comentadas de música popular y clásica, tras las cuales venía una lectura de poesías y cuentos, la proyección de películas educativas y cómicas, narración de cuentos, y una breve y sencilla charla sobre un artículo seleccionado de la Constitución republicana.
El paso de las Misiones Pedagógicas por el valle del Saja, y el ambiente que rodeó su llegada a los pueblos a finales de mayo de 1933, quedó recogida en una emotiva crónica del pedagogo Jesús Revaque: “Se les recibió con entusiasmo, con arcos de ramajes y estrepitosos voladores, con letreros saludadores y vivas cariñosos. En Saja, y en la plaza del pueblo, se levantó el teatro portátil en un santiamén, ante el asombro de los aldeanos. Son las dos y media. A la gente se le ha quitado la gana de comer. Está presa por la gracia de la estudiantina, y las obras de Cervantes y Benavente, y las recitaciones. [...] Sin comer un solo bocado, los estudiantes desarman el estuche de la farándula y marchan a Mazcuerras, donde son recibidos con las mismas muestras de agrado. Se escoge un rincón apacible donde comer. La voz de la llegada del elenco escolar se corre por el pueblo. Se van congregando, y ven cómo los muchachos y las señoritas hacen teatro al aire libre de balde. ¡Señores! A ellos, los aldeanos, les cuesta trabajo creer que el teatro sea de balde y que al final de la función no se pase una bandeja al auditorio. Termina la función. El himno nacional rasga el aire en la aldea. Los aldeanos preguntan qué quieren decir las enormes letras que llevan marcadas en los 'monos' y se les dice: Federación Universitaria Escolar, FUE, es decir, renovación. Se retorna entre cánticos”.
Entre la primavera de 1933 y el verano de 1935, aquellos jóvenes 'misioneros' comprometidos de manera altruista con los ideales culturales de la II República recorrieron 32 pueblos de Cantabria y crearon 145 bibliotecas populares; cada una de ellas dotada de una selección de 100 libros que se depositaban en la escuela de la localidad. Su custodia y servicio de préstamo a las familias quedó siempre bajo el cuidado del maestro o de la maestra.
Entre la primavera de 1933 y el verano de 1935, aquellos jóvenes 'misioneros' comprometidos de manera altruista con los ideales culturales de la II República recorrieron 32 pueblos de Cantabria y crearon 145 bibliotecas populares; cada una de ellas dotada de una selección de 100 libros que se depositaban en la escuela de la localidad
La llegada al Gobierno de la República de la coalición radical-cedista en 1935 supuso un fuerte recorte del presupuesto destinado a la educación popular. Las derechas españolas frenaron así una iniciativa que estaba llevando la esperanza a los confines más remotos de la provincia. Fue entonces cuando el proyecto de las Misiones Pedagógicas encontró súbitamente su final. La última actuación del grupo tuvo lugar en Tresviso, en julio de 1935, dando por concluida una inolvidable experiencia de dinamización educativa en el medio rural.
Tras la ocupación de Santander por las tropas franquistas, la Falange procedió a expurgar las bibliotecas rurales donadas por el Patronato de Misiones Pedagógicas, incautando “cuantas obras de matiz socialista o comunista se hallen en bibliotecas circulantes y escuelas”. Su destrucción fue considerada por los nuevos dueños de la situación como un caso de salud pública, autorizándose solo aquellos títulos “cuyo contenido respondiera a los sanos principios de la Religión y de la Moral cristiana”.