La caza de zorros, actividad en Illescas

En el comienzo de 2015 se ha dado en Illescas una actividad que ha sido denunciada por la formación local de Izquierda Unida en la localidad toledana: la caza de zorros. Estos hechos han sido constatados con el encuentro de varios animales muertos en el entorno del arroyo de Boadilla illescano, unos ejemplares que retiraron efectivos medioambientales.

Estos animales han sido declarados una pieza más a cazar en los campos de la región, dicho textualmente por el propio consistorio de la localidad. Ante el hallazgo de zorros muertos en la localidad, Izquierda Unida ha preguntado al Ayuntamiento si tiene algún conocimiento de lo que está pasando así como denunciar los hechos, algo que no conocían por lo que fue remitido todo el caso al servicio de medio ambiente de la Junta para que lo investigara.

La respuesta desde la Junta fue rápida: el zorro es una especie más para cazar declarándola “una especie cinegética más” y remarcan que cazarlos no es delito, por lo que no hay ningún problema en que en el campo de la localidad se encuentren zorros muertos.

A pesar de que el zorro es uno de los animales que más han sufrido el impacto ambiental de la urbanización de zonas que hasta hace unas pocas décadas no lo eran y eran entornos rurales, la Junta no los diferencia de otros animales como liebres o perdices a los que deja cazar sin más autorización.

El entorno de La Sagra es de los que más crecimiento demográfico y urbanístico están teniendo en toda España en el siglo XXI, lo que conlleva un deterioro del espacio rural. Así lo muestra que por ejemplo Illescas hace 50 años no tenía más de 3.000 habitantes mientras que a día de hoy cuenta con cerca de 26.000, creciendo en los últimos años más de 1.000 habitantes al año.

Izquierda Unida considera que calificar al zorro de “una especie de caza más” no es adecuada porque es una especia que tiene cierto peligro de desaparición especialmente en la zona, que cuenta con escasas posibilidades reales de supervivencia precisamente por el crecimiento urbano. Atropellos, separación de los grupos biológicos, desahucio de su hábitat o pérdida de la naturaleza son entre otras las causas de la pérdida de estos animales en los campos. “Toda la sociedad debe conocer y valorar el patrimonio histórico, cultural y natural”, indican desde la formación.

Consideran un grave error la valoración de la Junta hacia estos animales y piden un estudio que los valore, que ahora señalan no existe, una gestión responsable que ahora califican como “mala” y una planificación medioambiental a la altura, que ahora consideran insuficiente.