Castilla-La Mancha ha vuelto a manifestar la necesidad de que “en la miel, en España, se pueda etiquetar el origen, como han hecho otros países de la Unión Europea”. El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha recordado que desde el Gobierno regional lo ha demandado “reiteradamente” al Ministerio de Agricultura.
Es una competencia estatal, recuerda Martínez Arroyo, y “es de justicia”, no solo para los apicultores sino “de sentido común” para los consumidores que no tienen la información necesaria sobre el producto que están adquiriendo y, evidentemente, “muchos consumidores desearían ver en la miel que compran etiquetas como, por ejemplo, la de la Denominación de Origen, 'Miel de La Alcarria' o las mieles de otros productores de la región. Un distintivo de garantía que aporta valor al producto, ”un valor que desde la Consejería de Agricultura queremos ver en todo el producto agroalimentario que se venda figure el origen“.
Es una postura que comparten los productores. Ana María Megías, de la empresa 'El Abuelo Félix' con sede en Los Navalucillos (Toledo) recuerda que “se trae mucha miel procedente de China o de Brasil que viene muy adulterada, con mucho medicamento y no está bien que se estén vendiendo con un etiquetado que no indica con claridad su procedencia”.
Los productores de miel elaborada en Castilla-La Mancha creen que el consumidor debe tener clara la procedencia, el proceso de elaboración y hasta el entorno en el que se recolecta. “Nosotros estamos en el entorno del Parque Nacional de Cabañeros, donde no se fumiga, no hay transgénicos. Hablamos de monte bajo y todo es natural”.
Por eso, apunta, “es un tipo de miel que tiene todos los beneficios. No practicamos la transhumancia, no movemos las colmenas, sacamos la miel solo una vez al año, en verano, como se ha hecho durante toda la vida”. Ofrecen la variedad milflores y, además, aprovechan la miel y el polén para elaborar otro tipo de productos como el vinagre de miel ecológico, hidromiel... “Te da la seguridad de estar comprando miel y no azúcar a precio de miel”.
Castilla-La Mancha ha vuelto a manifestar la necesidad de que “en la miel, en España, se pueda etiquetar el origen, como han hecho otros países de la Unión Europea”. El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha recordado que desde el Gobierno regional lo ha demandado “reiteradamente” al Ministerio de Agricultura.
Es una competencia estatal, recuerda Martínez Arroyo, y “es de justicia”, no solo para los apicultores sino “de sentido común” para los consumidores que no tienen la información necesaria sobre el producto que están adquiriendo y, evidentemente, “muchos consumidores desearían ver en la miel que compran etiquetas como, por ejemplo, la de la Denominación de Origen, 'Miel de La Alcarria' o las mieles de otros productores de la región. Un distintivo de garantía que aporta valor al producto, ”un valor que desde la Consejería de Agricultura queremos ver en todo el producto agroalimentario que se venda figure el origen“.