Los presidentes autonómicos de Extremadura y Castilla-La Mancha han firmado una declaración institucional conjunta en la que piden que el AVE Madrid-Lisboa “debe hacerse realidad sin más dilaciones ni excusas”.
Así lo han firmado Emiliano García-Page y María Guardiola, tras un acuerdo mantenido en Extremadura este lunes, en un documento en el que señalan que la conexión ferroviaria es una infraestructura “clave” dentro del Corredor Atlántico de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T).
Se trata, afirman desde ambos Ejecutivos autonómicos, de una infraestructura “esencial” para “reforzar la cohesión territorial, mejorar la movilidad y potenciar la competitividad” de ambas regiones y del conjunto de España.
Además, apuntan al “hito estratégico” que será el Mundial de fútbol en el año 2030, que se celebrará junto a Portugal y Marruecos. “Este hecho convierte la conexión de alta velocidad Madrid-Lisboa en una infraestructura imprescindible y refuerza la urgente necesidad de garantizar una movilidad eficiente entre las dos capitales”.
Situación “preocupante” de la infraestructura ferroviaria
Por otro lado, han lamentado que “pese a los compromisos adquiridos y los avances parciales en la ejecución de las obras”, la situación actual de esta infraestructura ferroviaria “sigue siendo preocupante”. “La alta velocidad entre Madrid y Lisboa continúa fragmentada en tramos inconexos y trazados sin definir, con deficiencias en electrificación y modernización”, describen.
Igualmente, señalan que la planificación vigente “no asegura” la finalización del proyecto entre ambos países antes del año 2030, y advierten, de hecho, de que las previsiones podrían extenderse “hast 2034”.
Asimismo, han apuntado a que “persisten problemas de interoperabilidad entre las infraestructuras de España y Portugal” y que estos “dificultan la puesta en marcha” de una conexión ferroviaria “plenamente operativa”.
Ante la situación descrito, ambos Gobiernos regionales exigen que esta conexión entre sendas capitales se ejecute “de manera inmediata”. “Extremadura y Castilla-La Mancha no pueden seguir esperando a que el Gobierno Central decida avanzar y materializar las inversiones de esta infraestructura estratégica, que debe hacerse realidad sin más dilaciones ni excusas”.
De este modo, han instado al Gobierno de España a “cumplir con los plazos establecidos” y acelere la ejecución de la infraestructura; a esto, añaden que se “garantice” la finalización de las obras“ en los tiempos ”comprometidos“ para que esté operativo el servicio en el año 2030.
Ambos Ejecutivos piden al Gobierno nacional que “elimine los obstáculos técnicos y administrativos que dificultan la interoperabilidad con Portugal” y que se aborde de manera “inmediata” la licitación y ejecución de los tramos definidos. Finalmente, piden una “inversión firme y suficiente que asegure una conexión eficiente y competitiva, evitando nuevas demoras y garantizando el Corredor del Suroeste Ibérico”.
Polémica por el trazado por Toledo
En el pasado mes de diciembre, se conoció la propuesta del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para el trazado del servicio de alta velocidad en su paso por la capital de Castilla-La Mancha. El ministerio dirigido por Óscar Puente proponía un nuevo viaducto, una estación pasante, 'Toledo Interior' y un apeadero en el barrio del Polígono de la ciudad, que se llamará 'Toledo exterior.
La propuesta no fue bien recibida en Castilla-La Mancha y la polémica continúa meses después. En el mismo mes de diciembre, el presidente regional, Emiliano García-Page, criticaba que “algunos ingenieros” quisieran hacer un “scalextric”. El consejero de Fomento, Nacho Hernando, acusaba hace pocos días Puente de “desinformar” de la “obsesión enfermiza” de sus técnicos con la infraestructura.
Mientras tanto, el alcalde de la capital, Carlos Velázquez, sigue sin decantarse por un trazado u otro. Carlos Velázquez ha asegurado que apuesta por que se mantenga la actual estación en Santa Bárbara, aunque no se ha pronunciado respecto a una segunda estación, y fía la decisión final a la opinión de ICOMOS, el órgano de la UNESCO que supervisa la declaración de Ciudad Patrimonio de la Humanidad.