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OPINIÓN | 'A paladas', por Antón Losada

2 + 2 = 4% (presuntamente)

Cuando el presidente de la Generalitat y de CiU, Artur Mas, sale ante los medios de comunicación y dice que él no sabía nada de la financiación irregular de su partido a través de la empresa Ferrovial -Fèlix Millet mediante-, nadie le cree. Nadie. Ni los periodistas que le escuchan. Ni los convergentes más irredentos. Nadie. Todos saben que está representando el papel que le toca.

El mismo que jugó, hace bastantes años, cuando el entonces presidente, Pasqual Maragall, dijo, en el Parlamento catalán, aquello de “ustedes tienen un problema y ese problema se llama 3%”. Mas escenificó en aquel momento un “show” espectacular. Se rasgó las vestiduras y dijo que rompía las relaciones con el Gobierno de la Generalitat.

Cuando el fiscal dice que Ferrovial pasó “criminalmente” 6’6 millones de euros a Convergència Democràtica con el Palau de la Música como intermediario, nadie cree que se lo invente para chinchar. Más bien, la gente tiende a extrañarse de por qué ha tardado tanto en llegar a una conclusión que todos habían deducido desde el principio.

Mas puede hacer dos cosas. O decir que el fiscal tiene razón pero que esto pasa en las mejores familias y que su ventaja es que ellos tienen amigos en las altas instancias económicas y culturales del país de las que carecen los demás. Que sus adversarios harían lo mismo si pudiesen.

O hacer lo que hace. Decir que todo es mentira. Coincidencias de la vida y que espera que al final se haga justicia, entendiendo esta última expresión en el sentido de que no se haga, y que los delitos prescriban o que algún defecto procedimental les exonere de la sentencia que se merecen. Y, si puede ser, que por el camino fallezca algún funcionario del partido al cual cargarle el “muerto” (¡perdón por la broma fácil!).

Los periodistas dudan de si poner el “presuntamente” antes o después en las frases que redactan y, dependiendo del medio en el que trabajan, tratan mejor o peor a quien da la cara por Convergència en este feo asunto.

La gente lo tiene clarísimo. ¡Qué pensais, sino, que contestarían si algún encuestador preguntase si creen o no que el trasvase de dinero de Ferrovial y otras empresas a CDC se produjo!

Sería bueno que la justicia actuase en sintonía con lo que piensa la gente. Ni que sea como escarmiento para que la práctica del 3% o del 4% deje de funcionar.

De todos modos, más que el contenido de la sentencia de este caso, el día que llegue, a mí lo que me interesaría saber es una cuestión colateral de este “marro”. Angel Colom, que tenía una deuda millonaria a la que no podía hacer frente como creador del Partit per la Independència cuando esta organización se disolvió, ha explicado que alguien de CiU le recomendó que fuera a ver a Félix Millet.

¿Quién?

Cuando el presidente de la Generalitat y de CiU, Artur Mas, sale ante los medios de comunicación y dice que él no sabía nada de la financiación irregular de su partido a través de la empresa Ferrovial -Fèlix Millet mediante-, nadie le cree. Nadie. Ni los periodistas que le escuchan. Ni los convergentes más irredentos. Nadie. Todos saben que está representando el papel que le toca.

El mismo que jugó, hace bastantes años, cuando el entonces presidente, Pasqual Maragall, dijo, en el Parlamento catalán, aquello de “ustedes tienen un problema y ese problema se llama 3%”. Mas escenificó en aquel momento un “show” espectacular. Se rasgó las vestiduras y dijo que rompía las relaciones con el Gobierno de la Generalitat.