Entre lo viejo o lo nuevo, lo nuevo. El expresident catalán y líder de Convergència, Artur Mas, ha desvelado este jueves que votará a favor de crear un nuevo partido en la consulta interna que CDC celebrará el 21 de mayo. Asimismo, Mas, que dirige Convergència desde que Jordi Pujol le nombrara sucesor en el año 2000, ha reiterado que quiere estar presente en la futura CDC, tanto si se refunda o se renueva.
El Consell Nacional de CDC dio luz verde anoche a la consulta del 21 de mayo, en la que los militantes y simpatizantes votarán si quieren que CDC impulse la creación de una nueva formación política o si optan por mantenerse como formación política y hacer frente a su renovación. El líder convergente ha opinado que “precio por precio” mejor “impulsar la creación de una nueva formación”, porque es la vía para ser “más” personas, “ensanchando la base”, y para ser “mejor”, siendo más “útiles” a la sociedad.
Mas ha explicado que seguirá estando ahí, pero no ha aclarado qué papel tendrá en la nueva Convergència. Así, ha indicado que decidirá qué rol desea adoptar exactamente en función del resultado del 21 de mayo y ha apuntado que, si gana la opción que él apoya en la consulta, tendrá un papel “más activo” que en la otra fórmula, en la que podría tener funciones menos ejecutivas.
Ha admitido que él tiene “nombres” de personas que cree que tienen capacidades para asumir liderazgos en el partido, pero, ante las posibles primarias para la secretaría general del partido en el proceso congresual, ha aseverado que no señalará “a nadie con el dedo”.
En cuanto a si se debe preservar el nombre de Convergència -que se discutirá en el Congreso de julio-, Mas ha dicho que le resulta “bastante indiferente” la denominación, porque lo importante es “poner al día” el proyecto. Y ha apuntado que dependerá de si los militantes deciden sólo renovar el partido o gestar una “nueva criatura”, situación en la que ha apuntado que quizás se debería buscar otro nombre.
Mas ha descartado que se tenga que “enterrar” nada de Convergència, pero ha admitido de que hay la “percepción” de que hay asuntos que no se han hecho bien desde el punto de vista económico, aunque también ha puesto en valor el trabajo realizado por el partido en las últimas décadas.