El artífice de la demanda colectiva por la anulación del festival Diversity: “Gasté 350 euros en dos entradas”

Lucas Marco

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Menno Sieswerda, un holandés afincado en Ibiza, se gastó 350 euros en dos entradas para el festival Diversity, programado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de València el pasado mes de julio y anulado poco antes de su celebración. “Me hacía mucha ilusión ir a este festival y para mi hijo era su primer concierto”, relata en una conversación telefónica con este diario.

“No podemos garantizar la realización del festival bajo las condiciones necesarias para el buen desarrollo del mismo”. Con este mensaje apenas diez días ante de la celebración, la organización del festival anunció a los fans de artistas como Iggy Pop, Christina Aguilera o Karol G que su gozo se quedaba en un pozo.

Los abonos para las tres jornadas de conciertos costaban desde 170 euros el más básico hasta 1.200 euros el 'premium'. Este último incluía acceso a una zona restringida frente al escenario principal, acceso a una terraza 'premium' con visión privilegiada desde una tarima elevada, a la terraza L´Umbracle, y a otro espacio con mobiliario, barras y aseos, una cena degustación gourmet y bebidas incluidas según oferta.

El festival, cuyo director era el promotor Jesús Lumbreras, ha dejado una ristra de fans enfadados. Uno de ellos, Menno Sieswerda, ha puesto en marcha una demanda colectiva en las redes sociales. Ya se han sumado centenares de personas que adquirieron sus entradas y que no han podido recuperar el dinero. “Para mí tiene mucho aspecto de una estafa”, afirma Sieswerda.

“El promotor sólo ha enviado una comunicación a los asistentes al festival, prometiendo instrucciones sobre cómo recuperar el dinero de las entradas, pero desde entonces ha desaparecido”, asegura.

Los letrados Juan Carlos Navarro y Pedro Zarcero se han puesto al frente de la demanda para emprender acciones civiles contra las plataformas de venta de entradas y la promotora organizadora del festival, Merci Entertainment España SL. Su objetivo, según reza un escrito dirigido a los afectados, es “la recuperación del dinero perdido y que recaiga todo el peso de la ley sobre las mismas ya que han hecho caso omiso a las reclamaciones ya presentadas”.

En una primera fase pretenden acumular toda la documentación, especialmente los justificantes de pago, para tratar de alcanzar una solución extrajudicial mediante el envío de una reclamación formal. En caso de que no prospere, acudirán a la vía judicial “con la finalidad de proteger sus derechos como consumidores y usuarios y que se depuren las consiguientes responsabilidades”.

Centenares de afectados

El artífice de la demanda ha creado grupos de Facebook e Instagram con el usuario @Demandadiversity22 (además del correo electrónico demandadiversity22@gmail.com) “para encontrar a gente afectada”. “Lo que pasa”, dice Menno Sieswerda, “es que muchas veces la gente se cansa de pedir el dinero, por 80 euros nadie va a proceder pero todos juntos es otro número”. El hombre ya ha localizado a centenares de afectados. “Pero es poco en comparación con todos los afectados, que son miles y miles de personas”, lamenta.

El holandés conoce Valencia desde la década de 1980. “Me encanta, la primera vez que fui era para actuar en un festival, tengo esa conexión con la música y con Valencia”, cuenta. Además del chasco de perderse los directos en la Ciudad de las Artes y las Ciencias con su hijo, tuvo que cambiar los vuelos de avión. “Eso también me costó dinero”, recuerda.