Cinco aliños que harán más frescos y sabrosos tus platos y ensaladas de verano: se hacen en menos de 10 minutos

Cuando los días se alargan y las comidas se trasladan al porche, al balcón o incluso a la arena de la playa, la cocina comienza a adaptarse sola. Los platos ligeros, frescos, rápidos y con ingredientes sencillos ganan terreno frente a las elaboraciones que requieren horno, paciencia o largos tiempos de cocción. Pero que algo sea fácil no significa que tenga que ser aburrido. La clave para que una ensalada deje de ser un trámite para evitar los fogones o un acompañamiento sin gracia está en el aliño.

Una buena vinagreta es capaz de darle un giro a cualquier mezcla de hojas verdes, dar protagonismo a un plato frío de pasta o reconvertir unas sobras en una comida improvisada, pero muy sabrosa. Y, en cuanto al sabor, puede ser desde ácida, dulce o cremosa, hasta con toques exóticos o mediterráneos.

En esta selección te proponemos cinco aliños que cumplen con tres requisitos fundamentales: están listos en menos de 10 minutos, no requieren técnicas complicadas y funcionan como comodines para todo tipo de platos veraniegos.

Aliño cítrico de lima y miel

Este aliño es perfecto para ensaladas que incluyan frutas como mango, piña, papaya o aguacate, y también combina muy bien con pescados blancos o mariscos. También funciona muy bien como aliño para un poke. Los ingredientes de esta vinagreta aportan una mezcla irresistible entre dulzor y acidez que recuerda a los sabores tropicales y refrescantes del verano:

  • Zumo de dos limas
  • Dos cucharadas de miel
  • Tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Una cucharadita de mostaza de Dijon (opcional)
  • Sal y pimienta al gusto
  • Unas hojas de cilantro fresco picado (opcional)

En tan solo cinco minutos y siguiendo estos pasos, obtendrás uno de los mejores aliños que hayas probado:

  • Comienza exprimiendo las limas y mezcla el zumo con la miel en un bol.
  • Si quieres, añade la mostaza para darle un toque más intenso.
  • Incorpora el aceite de oliva poco a poco mientras remueves con un tenedor o unas varillas.
  • Añade sal, pimienta y el cilantro picado.
  • Mezcla bien y guarda en la nevera si no lo vas a servir inmediatamente.

Pesto ligero de rúcula y nueces

El pesto tradicional genovés es una joya de la cocina italiana, pero su intensidad puede resultar algo pesada para los días de calor. Esta versión veraniega, con rúcula y nueces en lugar de albahaca y piñones, es más suave, económica y aun así sabrosísima. Estos son los ingredientes para hacerlo:

  • Dos tazas de hojas de rúcula lavadas y escurridas
  • Media taza de nueces peladas
  • Media taza de queso parmesano rallado
  • Un diente de ajo pequeño
  • Media taza de aceite de oliva virgen extra (aproximadamente)
  • Zumo de medio limón
  • Sal al gusto

Este pesto suele ser ideal para acompañar ensaladas de pasta fría, tomates con mozzarella o incluso como base para una tostada con aguacate y huevo. Siguiendo la receta paso a paso, lo tendrás preparado en unos diez minutos:

  • Primero coloca todos los ingredientes, excepto el aceite, en una batidora o procesador.
  • Tritura mientras vas añadiendo el aceite en hilo, hasta obtener una textura cremosa pero no líquida.
  • Luego, ajusta de sal y añade más aceite si deseas una textura más fluida.
  • Puedes guardarlo en un tarro hermético en la nevera hasta cinco días.

Vinagreta de yogur con limón y hierbas

Este aliño combina la suavidad del yogur natural con el frescor de las hierbas mediterráneas. Es perfecto para quienes buscan un aderezo cremoso pero sin el exceso de las salsas industriales. Además, aporta frescura y un punto láctico que acompaña muy bien las ensaladas de pepino, rábanos y tomate. Esta es la lista de ingredientes:

  • Un yogur natural (sin azúcar)
  • Dos cucharadas de aceite de oliva
  • El zumo de medio limón
  • Una cucharadita de miel o sirope de agave (opcional)
  • Un puñado de hierbas frescas (menta, albahaca, perejil o cebollino)
  • Sal y pimienta

En tan solo cuatro pasos, tendrás esta vinagreta lista en cinco minutos:

  • En primer lugar, mezcla el yogur con el aceite y el zumo de limón.
  • Añade la miel para un toque dulce si lo deseas.
  • Pica finamente las hierbas y agrégalas a la mezcla.
  • Termina sazonando al gusto y remuévelo todo muy bien.

Aliño de tahini y limón

El tahini, una pasta elaborada a partir de semillas de sésamo, es típico de la cocina de Oriente Medio y se ha popularizado en todo el mundo gracias a su sabor y a su riqueza en grasas saludables. Si lo combinas con limón, resulta un aliño ideal para platos vegetales.

  • Dos cucharadas de tahini
  • El zumo de un limón
  • Un diente de ajo pequeño (opcional)
  • Dos o tres cucharadas de agua (para ajustar la textura)
  • Una cucharada de aceite de oliva
  • Sal al gusto
  • Comino en polvo (opcional, para un toque más especiado)

En el caso de que necesites algo de inspiración, este aliño de tahini puede ser el acompañamiento perfecto para ensaladas de garbanzos, berenjena asada e incluso couscous. También está riquísimo con falafel o en wraps vegetales. Te explicamos cómo hacerlo:

  • En un bol pequeño, mezcla el tahini con el zumo de limón.
  • Añade el ajo rallado si deseas más intensidad en el sabor.
  • Incorpora el agua poco a poco hasta conseguir la consistencia deseada.
  • Añade el aceite de oliva, la sal y las especias, si has decidido incluirlas.
  • Mezcla bien hasta que emulsione.

Aliño de tomate seco y albahaca

Este aliño combina el dulzor concentrado del tomate seco con el aroma de la albahaca, creando así un sabor potente y lleno de matices. No te olvides de apuntar los ingredientes:

  • Unos ocho tomates secos en aceite (escurridos)
  • Un cuarto de una taza de aceite de oliva virgen extra
  • Una cucharada de vinagre balsámico
  • Un diente de ajo
  • Unas hojas de albahaca fresca
  • Sal y pimienta al gusto

Una vez tengas los ingredientes, estos son los pasos para preparar este aliño, perfecto para ensaladas de pasta con mozzarella, ensalada de lentejas o para dar sabor a platos fríos de quinoa:

  • Coloca todos los ingredientes en una batidora o procesador de alimentos.
  • Tritura hasta obtener una mezcla homogénea.
  • Ajusta de sal y pimienta, y añade más aceite si quieres una textura más líquida.

Consejos extra para tus aliños

Y si quieres sacarles el máximo partido a estos aliños, aquí van algunos trucos sencillos que marcan la diferencia:

  • Guarda en frascos de cristal y refrigera tus aliños durante tres o cinco días. Algunos, como el pesto o el de tomate seco, se conservan incluso una semana.
  • Agita bien antes de usar, especialmente si llevan aceite, ya que pueden separarse con el reposo.
  • Prueba combinaciones personalizadas: añade un poco de ralladura de cítricos, un toque de chile, jengibre fresco o especias como curry, para crear tus propias versiones.