Con un ingrediente clave y en menos de cinco minutos: tres recetas de lasaña fría perfectas para el verano

La lasaña fría de calabacín es mucho más que una alternativa a la pasta tradicional.

Aurora López

7 de julio de 2025 12:55 h

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Adiós a los guisos pesados y al horno encendido durante horas. Ahora es el momento de atreverse a experimentar con recetas ligeras, sabrosas y, sobre todo, fáciles de preparar. Y aunque la palabra lasaña nos suele hacer pensar en capas de pasta humeantes y salsa bechamel que ha estado a 180 grados, hoy te proponemos darle la vuelta a ese clásico.

¿El truco? Cambiar las placas de pasta por un ingrediente saludable y crujiente: calabacín crudo en láminas. De este modo, este ingrediente se transforma en la base perfecta para montar versiones frías, ligeras y absolutamente deliciosas de lasaña, sin necesidad de cocción y listas en menos de cinco minutos.

El ingrediente perfecto para montar lasañas frías, ligeras y absolutamente sin necesidad de cocción.

Utilizado en crudo como sustituto de las placas de pasta, el calabacín aporta frescura, textura y un toque ligeramente dulce que combina a la perfección con rellenos vegetales y cremosos. Además, su alto porcentaje de agua lo convierten en un aliado perfecto para cuidarse durante este verano sin sacrificar el placer de comer sano y bien.

La lasaña fría de calabacín es mucho más que una alternativa a la pasta tradicional. Es una manera creativa y saludable de reinventar un plato clásico con ingredientes frescos y veraniegos. En este artículo te presentamos tres recetas diferentes de lasaña fría con calabacín, perfectas para combatir el calor y sorprender a tus invitados o, a ti mismo, con un plato tan original como refrescante.

Lasaña fría mediterránea con atún

Atún en lata

Esta receta evoca los sabores clásicos del verano italiano: tomate, albahaca, queso y aceite de oliva virgen extra. Te desvelamos la lista completa de ingredientes:

  • Un calabacín grande
  • Una lata de atún en aceite de oliva (escurrido)
  • Dos tomates maduros
  • 100 gramos de queso ricota o requesón
  • Hojas de albahaca fresca
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto
  • Un chorrito de zumo de limón (opcional)

Esta es la receta paso a paso para hacer una lasaña ideal como plato único:

  • Comienza lavando bien el calabacín y córtalo en láminas finas a lo largo con una mandolina o un pelador ancho. Te recordamos que en esta receta no hace falta cocinarlo.
  • Luego, corta los tomates en rodajas finas o en dados pequeños, según tus gustos.
  • Seguidamente, en un bol, mezcla el atún con el queso ricota, un poco de sal, pimienta y unas gotas de zumo de limón. Puedes añadir unas aceitunas negras laminadas o alcaparras para intensificar el sabor.
  • Monta la lasaña alternando capas de calabacín, mezcla de atún y queso, tomate y hojas de albahaca fresca. Repite hasta completar tres o cuatro capas.
  • Termina con un chorrito de aceite de oliva y decora con más albahaca.
  • Es recomendable que guardes la lasaña en el frigorífico durante unos minutos antes de servir.

Lasaña fría vegetariana de humus y pimientos

El hummus de garbanzos le aportará al plato proteína

Si buscas una receta sin carne, pero cargada de sabor y nutritiva, esta lasaña es tu mejor opción. En este plato, el humus actúa como base cremosa y saciante, mientras que los pimientos aportan dulzor y un toque ahumado. Además del calabacín, el humus y los pimientos asados, necesitarás estos ingredientes:

  • Un calabacín grande
  • 150 gramos de hummus (clásico o con un toque de pimentón)
  • Un pimiento rojo asado (puede ser de bote)
  • Un pimiento amarillo asado
  • Brotes tiernos o rúcula
  • Aceite de oliva
  • Zaatar o comino en polvo (opcional)
  • Sal y pimienta

Con estos ingredientes y cinco minutos de tu tiempo, obtendrás una lasaña fría y vegetariana para ponerte las botas este verano sin tener en jaque a tu salud:

  • Primero corta el calabacín en láminas finas como en la receta anterior.
  • Corta también los pimientos en tiras finas.
  • Después extiende una primera capa de calabacín y unta una capa generosa de hummus. Si lo prefieres, puedes sustituir el humus por una mezcla de yogur griego, tahini y limón para una versión más cremosa y ácida.
  • Añade tiras de pimiento rojo y amarillo, y un puñado de brotes tiernos rúcula. El sabor de la rúcula queda muy bien con el humus.
  • Repite el proceso hasta obtener tres o cuatro capas.
  • Por último, espolvorea con zaatar o comino, un toque de sal y un chorrito de aceite de oliva antes de servir.

Lasaña fría vegana con espinacas, crema de anacardos y tomate seco

La crema de anacardos, en esta receta, actúa como sustituto del queso

Esta receta es la joya de la corona para quienes siguen una alimentación vegana o simplemente quieren probar una opción diferente y saludable sin ingredientes de origen animal. La clave está en hacer tres capas de sabores bien definidos y complementarios: espinacas maceradas, crema de anacardos tipo “queso” vegano, y una pasta de tomate seco que aporta un toque intenso y original.

Estos los ingredientes para la lasaña:

  • Un calabacín grande
  • Dos tazas de hojas de espinaca frescas
  • 10 aceitunas negras sin hueso
  • Una cucharada de salsa de soja
  • Media taza de tomates secos en aceite

Y estos para preparar la crema de anacardos:

  • Una taza de anacardos (remojados al menos durante dos horas o en agua caliente durante 10 minutos)
  • Dos cucharadas de levadura nutricional
  • El zumo de medio limón
  • Un diente de ajo pequeño
  • Un cuarto de una taza de agua (o la necesaria para conseguir una textura cremosa)
  • Sal al gusto

A continuación, te explicamos cómo prepararla en casa:

  • Para elaborar la crema de anacardos, primero escurre los anacardos remojados y tritúralos con la levadura nutricional, ajo, limón, sal y agua hasta obtener una textura cremosa tipo queso crema. Reserva en frío.
  • A continuación, para el macerado de las espinacas, pica finamente las espinacas y mézclalas con las aceitunas negras cortadas en rodajas y la salsa de soja. Deja reposar unos minutos para que absorban sabor y se reblandezcan ligeramente.
  • Continuando con los tomates secos, escúrrelos y tritúralos hasta obtener una pasta densa. Si es necesario, añade una cucharada del aceite del bote o agua.
  • Una vez terminadas todas las elaboraciones, pasa al montaje de la lasaña. Coloca una capa de láminas de calabacín, una de la mezcla de espinacas y aceitunas, una de crema de anacardos y otra de crema de tomate seco. Repite el proceso dos o tres veces hasta formar una pequeña torre. Termina con una capa de crema de anacardos.
  • Refrigera durante al menos 15 minutos para que los sabores se integren mejor.

Consejos generales para tus lasañas frías

Antes de que te pongas manos a la obra con cualquiera de las tres recetas que hemos escogido para ti, es importante que tengas en cuenta estos consejos para que tu lasaña fría no solo sea rápida de preparar, sino también irresistible a la vista y al paladar. Aunque estas recetas no requieren cocción, un par de trucos pueden marcar la diferencia entre una lasaña corriente y una que todos quieran repetir.

  • Corte perfecto: usa una mandolina o un pelador ancho para conseguir que las láminas queden uniformes y finas. Esto es clave para que la textura sea agradable y el montaje resulte más fácil.
  • Sabor en capas: al no cocinarse, es importante que cada capa tenga suficiente sabor. No dudes en añadir hierbas frescas, especias o aderezos ligeros.
  • Reposo antes de servir: aunque pueden comerse al momento, estas lasañas frías ganan mucho más si reposan unos minutos en la nevera antes de servir. Esto ayuda a que los sabores se integren mejor.
  • Para llevar: son perfectas para llevar a la oficina, a un pícnic o a la playa. Solo necesitas un táper hermético y una cuchara.
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