La sorprendente receta de Navidad que ya puedes ir practicando: canelones marineros con salmón y bechamel de langostinos

Quedan muy pocos días para entrar en diciembre y, con ello, menos de un mes para que den inicio las esperadas fiestas navideñas. A partir de entonces comienzan jornadas en las que se mezclan las ideas de regalos, la decoración del hogar, la gestión de los encuentros familiares y, por supuesto, la elección del menú. Se trata de un mes lleno de preparativos, eventos, actividades y manualidades tradicionales pensadas para decorar la casa de cara al 25 de diciembre, día en que se celebra la Navidad.

Durante estas fechas solemos planificar con detalle cómo vamos a disfrutar estas fiestas y entre todos los aspectos a tener en cuenta, uno de los más importantes es decidir los menús que vamos a degustar, compartir y experimentar un año más en este periodo tan señalado. Hacer una recopilación de los platos navideños más tradicionales es, de algún modo, viajar al pasado y recordar qué se comía antaño, manteniendo vivas las costumbres familiares.

No obstante, siempre hay mucho por hacer y es fácil que estas semanas se conviertan para muchas personas en una auténtica carrera de obstáculos, no solo en cuestión de organización, sino también de ahorro a la hora de llenar la mesa con propuestas sabrosas y equilibradas. Por esta razón, conviene empezar a practicar algunas recetas que puedan servir como plato principal, entrante o postre para ese día tan especial, de manera que lleguemos preparados y sin prisas de última hora.

Asimismo, la carne suele ser una de las grandes protagonistas en muchas mesas navideñas, ya sea cerdo, pavo o ternera. Sin embargo, el pescado y el marisco también ocupan un lugar destacado, aportando variedad y frescura a los menús festivos.

Los canelones clásicos se elaboran, por lo general, con carne picada, placas de pasta, salsa de tomate, y diversas verduras, para finalmente cubrirlo con una generosa capa de bechamel. Sin embargo, podemos darles un enfoque diferente si buscamos renovar la receta y apostar por una versión a base de pescado y marisco. De este modo, logramos un plato más fresco, ligero e igualmente delicioso, ideal para incluirlo en nuestro menú de comida o cena navideña.

Para empezar, uno de los ingredientes principales de esta propuesta son los puerros, fuente de alto valor nutricional de fibra, folatos –una vitamina del grupo B que permite la creación de células nuevas–, vitamina C y B6, según la Federación Española de Nutrición (FEN).

Asimismo, otro de los ingredientes destacados es el salmón ahumado. Este pescado azul presenta un mayor contenido de proteínas en comparación al salmón fresco y, además, un porcentaje de grasa algo menor. El salmón es fuente de potasio, fósforo y selenio y de vitamina B6, B12 niacina y vitamina D. De hecho, una ración puede aportar aproximadamente el 25% de las ingestas recomendadas diarias de vitamina D y el 30% de vitamina B12, según la Federación Española de Nutrición (FEN).

Canelones marineros con salmón y bechamel de langostinos

Esta preparación combina la suavidad del puerro, la intensidad del salmón ahumado y la cremosidad de una bechamel enriquecida con langostinos, creando un bocado elegante y aromático. Ideal para ocasiones especiales o para sorprender en una comida familiar. En total necesitaremos alrededor de media hora entre la preparación y la cocción. Estos son los ingredientes para cuatro personas:

  • Seis puerros
  • Un paquete de salmón ahumado, alrededor de 120 gramos
  • 450 gramos de langostinos, unas 40 unidades
  • Media taza de harina
  • Dos cucharas y media de aceite de oliva
  • Dos cucharas de mantequilla
  • Queso rallado para gratinar al gusto
  • Sal
  • Un poco de cebollino

Cuando tengamos todos los ingredientes preparados, ya podemos ponernos manos a la obra. En primer lugar, retiramos los extremos de los puerros con ayuda de un cuchillo, así como la primera capa, y lo cortamos en trozos medianos. A continuación, vertemos agua en un cazo, añadimos una pizca de sal y lo ponemos a fuego medio. Mientras se calienta, incorporamos los puerros y, cuando empiece la cocción, contamos seis minutos.

Mientras tanto, pelamos los langostinos ya cocidos y los cortamos en trozos pequeños y finos. Transcurrido el tiempo de cocción sacamos los puerros, que deben estar blanditos sin deshacerse, los escurrimos con un colador y los reservamos en un plato. También reservamos el agua de la cocción para utilizarla más adelante. Seguidamente, preparamos una fuente cuadrada apta para horno y la forramos de papel vegetal o, si lo preferimos, pintamos la base con un poco de aceite para evitar que los ingredientes se peguen.

Después, colocamos los puerros de manera uniforme y, con un cuchillo, les hacemos una breve raja longitudinal en el medio. A continuación, cortamos el salmón ahumado en pequeñas tiras y lo introducimos cuidadosamente dentro de los puerros. Por otro lado, se prepara la bechamel. Para ello, ponemos aceite de oliva y mantequilla en una sartén para que se derrita. Cuando empiece a burbujear, añadimos la harina de golpe y removemos constantemente con una espátula.

Después, vamos incorporando la leche previamente calentada, poco a poco, mezclando bien para evitar la formación de grumos. Una vez integrada, añadimos también un poco del agua de cocción de los puerros. En este punto se salpimienta al gusto, añadimos los langostinos picados, incorporamos el queso rallado y el cebollino muy picado. Finalmente, vertemos esta mezcla sobre los puerros. Por último, precalentamos el horno a 200 grados y gratinamos durante quince minutos. Se sirve de inmediato.