Wall Street mantenía hoy los avances del arranque de la jornada y hacia la media sesión el Dow Jones, su principal indicador, progresaba el 0,23 % mientras el tecnológico Nasdaq subía hasta máximos de hace casi doce años animado por Apple.
El Dow Jones, que agrupa a treinta de las mayores empresas de EEUU, subía 31,77 puntos hasta 13.628,7 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 avanzaba el 0,28 % (4,1 unidades) hasta las 1.464,36 unidades.
Mejor iban las cosas en el índice compuesto del mercado Nasdaq, donde cotizan algunas de las mayores tecnológicas del mundo, que subía a esta hora el 0,45 % (14,42 puntos) hasta 3.190,38, unos niveles que no veía desde hace casi doce años.
En el buen desempeño del sector tecnológico tenía mucho que ver el gigante Apple, que a esta hora ganaba el 0,86 % y sus acciones se cambiaban a 704,72 dólares, el mismo día en que puso a la venta en tienda su nuevo modelo de teléfono inteligente, el iPhone 5,
Salvo el de transportes (-0,4 %), a esta hora todos los sectores de Wall Street registraban números verdes, entre los que destacaba el de servicios (0,6 %), el energético (0,51 %), el financiero (0,35 %) o el tecnológico (0,31 %), entre otros.
Poco más de la mitad de los treinta componentes del Dow Jones avanzaban a esta hora, liderados por la operadora AT&T (1,42 %), el grupo de entretenimiento Disney (1,33 %) o la cadena de tiendas de bricolaje Home Depot (0,91 %), entre otros.
Al otro lado de la tabla encabezada los descensos el grupo informático HP (-1,58 %), por delante del banco JPMorgan Chase (-0,93 %), la multinacional de refrescos Coca-Cola (-0,85 %) o la química DuPont (-0,64 %), entre otros.
Fuera de ese índice, destacaba la buena marcha de Oracle, que subía el 1,15 % un día después de anunciar que ganó 2.030 millones de dólares en su primer trimestre fiscal, el 11 % más, unas cuentas que convencieron a los analistas.
En otros mercados, el petróleo de Texas subía a 93,09 dólares, el oro ascendía a 1.778,4 dólares la onza, el dólar perdía terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,3 dólares, y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años subía a el 1,76 %.