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Puntos rojos en la piel: ¿por qué aparecen y qué riesgo tienen?

Jordi Sabaté

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Gloria Stella nos escribe: “buenas tardes desde Bogotá, Colombia, les escribo para que me averigüen por favor qué son los puntitos rojos en la piel que me han aparecido en la espalda y pecho, y cuáles son sus causas y consecuencias. Tengo 63 años”.

A partir de una cierta edad es bastante común la aparición de puntos rojos en la piel, similares a ampollitas de sangre. Empezamos a verlos a partir de los cuarenta, aunque en algunos casos pueden observarse en personas de entre veinte y treinta años. Se los denomina puntos rubí, pero si nombre médico es “angiomas capilares adquiridos”. 

“Se trata de pequeños capilares que irrigan el tejido dérmico y que por las razones que sean se dilatan y ya no pueden volver a su estado original, se dan de sí, por lo que poco a poco van creando como un pequeño charco de sangre que acaba adquiriendo forma redondeada”, explica la dermatóloga Maria Rosa Martí

¿Por qué se producen?

La doctora Martí aclara que sus causas no terminan de estar claras del todo: “se habla de que el sol puede acelerar su aparición, mientras que otros dermatólogos apuestan por un componente familiar, de modo que si un padre o una madre lo padecen, los hijos tienen más riesgo de padecerlos”. 

“Pero lo cierto”, apostilla la dermatóloga, “es que el factor más determinante es la edad, de modo que todos terminamos por tenerlas tarde o temprano”. “El componente genético o el abuso de los rayos ultravioleta del sol puede influir en la precocidad e intensidad de su aparición, pero al final todo el mundo acaba por tenerlos”, concluye y sentencia: “son una de las señales más claras del envejecimiento de la piel”. 

¿Comportan riesgo?

Además, la doctora Martí añade que no hay un sexo preferente que se vea más afectado: “hombres y mujeres padecen los angiomas por igual”. Respecto al riesgo, aclara que no existe ningún riesgo ni revisten los puntos rubí gravedad alguna. 

“Salvo en el caso de que aparezcan con una profusión muy exagerada, pues entonces pueden ser indicador de una enfermedad a nivel profundo”, dice haciendo referencia a problemas más allá de la dermis. Pero tranquiliza añadiendo que estas situaciones son “rarísimas”.

¿Se pueden eliminar? 

A pesar de que no suponen ningún peligro, la médica explica que sí pueden tener implicaciones estéticas para algunas personas, especialmente si su aparición ha sido precoz, abundante o si trabajan en algún ámbito donde pese mucho la imagen corporal, a pesar de que no suelen aparecer más allá del tronco, a veces en las extremidades. 

La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) explica en su página web que las técnicas de láser son aptas para eliminar imperfecciones de la piel, desde arrugas a cicatrices u otras lesiones de la piel. 

En este sentido, la técnica de láser de depilación Nd-YAG es útil para eliminar los angiomas capilares, si bien no garantiza que no aparezcan de nuevo en otras partes del cuerpo, ya que es un proceso natural de envejecimiento dérmico. 

No obstante, donde se haya eliminado un angioma no volverá a aparecer otro, por lo que su eliminación puede ser indicada si han aparecido en lugares muy obvios e inconvenientes desde el punto de vista estético. Otras técnicas de eliminación son el bisturí eléctrico o electro fulgurador, que quema el angioma y cauteriza el capilar. 

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