El Ararteko censura a Gipuzkoa por relegar el fútbol femenino

El fútbol femenino reclama su espacio y el mejor escenario para ello es la playa de la Concha. Un grupo de padres y madres se han quejado ante el Ararteko de que la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donosti han desterrado la competición femenina de fútbol de la Concha para mandarla a otros campos municipales, donde su visibilidad es prácticamente nula. Después de analizar la situación, el ararteko Iñigo Lamarca ha recomendado a las instituciones guipuzcoanas que adopten las medidas necesarias para garantizar que los espacios públicos en los que se practique el fútbol, especialmente los de mayor visibilidad social como es el caso de la playa de la Concha, acojan a partir del próximo curso, tanto competiciones masculinas como femeninas. Primando ante todo el criterio de igualdad.

Todo ello con el fin de lograr la eliminación de forma efectiva de la segregación por razón de sexo en el uso de este tipdo de espacios, así como de dotar de mayor visibilidad al deporte practicado por mujeres y niñas. La respuesta del Ararteko tiene su origen en la queja de un grupo de padres y madres de chicas que cursan estudios de quinto y sexto de Primaria, y que participan con el equipo de su ikastola en las actividades de Deporte Escolar coorganizadas con la Diputación Foral de Gipuzkoa en el marco del Programa de Deporte Escolar.

Los padres, que se encuentran muy satisfechos con la filosofía del programa, se muestran en desacuerdo con la organización del fútbol, en cuyo desarrollo colabora también la Real Sociedad. Los partidos que se disputan en el marco de este programa se celebran en la playa de La Concha cuando se trata de equipos masculinos o mixtos, mientras que los equipos de chicas deben jugar en los campos de Añorga y Puio. Para los padres, esto supone “relegar las competiciones femeninas a lugares de menor visibilidad social”, lo que va en contra de los principios de respeto y promoción de la igualdad de género que han de presidir la actuación de las instituciones.

El Ararteko entiende que el hecho de que las competiciones femeninas de deporte escolar comenzaran cuando las masculinas contaban con un amplio historial genera una inercia, por la que los espacios públicos más visibles y emblemáticos tienden a ser asociados, de forma “natural”, con las competiciones masculinas que siempre se habían disputado en ellos. “Más aún”, añade Lamarca, “en casos como el de la playa de La Concha, de donde históricamente han surgido muchas de las grandes figuras del fútbol donostiarra, olvidando que Donostia, que cuenta con un equipo en la máxima categoría del fútbol femenino, estaría igualmente orgullosa de que sus futuras jugadoras hayan salido de los torneos disputados en un lugar tan emblemático para la ciudad”.

Por lo tanto, las instituciones deben “detectar esta inercia allí donde se produzca, y contribuir a superarla con el enfoque de género que la Ley impone, de acuerdo con el cual, la incorporación de la mujer a los espacios públicos

implica la reorganización de los mismos con criterios de igualdad“. Así, en la medida en que la demanda supere la disponibilidad de horarios para jugar en una cancha determinada, ya sea las de la playa o cualquier otra, puede ser necesario repartir las competiciones entre distintos lugares para una correcta gestión de los recursos. Sin embargo, ello no justificaría, según Lamarca, que se primara a los niños sobre las niñas para jugar en un sitio de tanta relevancia como La Concha, tanto por razones de igualdad como por la extraordinaria visibilidad social de las actividades que en él se celebran. Visibilidad que ”tanto necesita el deporte femenino para ir ganando espacio y presencia pública“.