El Parlamento vasco ha rebajado una proposición no de ley presentada por el PP en la que pedía más mano dura para los países que en la actualidad reprimen los derechos del colectivo homosexual. Al final, todos los grupos han transaccionado una propuesta descafeinada y mucho menos comprometida con la idea original presentada por el parlamentario del PP, Iñaki Oyarzabal.
La proposición aprobada recoge “el firme compromiso” del Parlamento vasco con los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGTB). Una declaración que se ha repetido en varias ocasiones por parte de la Cámara en los últimos años. Oyarzabal pretendía ir más allá e instaba a los gobiernos vasco y central a que adoptaran las medidas necesarias para condicionar y suspender las ayudas que conceden para cooperación al desarrollo u otros programas específicos cuando el país recepetor mantenga leyes contra la homosexualidad o practique la persecución hacia este colectivo, vulnerando sus derechos. En la actualidad, 83 países persiguen a los homosexuales y en 78 de ellos se les castiga con penas de prisión. “Queda mucho camino por recorrer. No se trata de perjudicar la ayuda al desarrollo, sino de que la ayuda que se da directamente a los gobiernos que reprimen a los homosexuales se reconduzcan hacia el tejido asociativo. Es deciur, que esos gobiernos no toquen la ayuda”, recalcó Oyarzabal.
El resto de grupos entendió que lo más adecuado no era incidir sobre la cooperación al desarrollo, sino avanzar por otras vías. Oyarzabal trató de convencer a PNV, PSE, BILDU y UPyD de que se podía mantener las ayudas a la cooperación, pero sin que cayeran en las manos de los ejecutivos. No lo consiguió y terminó aceptando la transaccional a regañadientes.