Los siete refugiados kurdos que permanecían acogidos en un piso de Durango abandonaron la población vizcaína este pasado fin de semana. Los refugiados, un matrimonio con tres hijos pequeños y una joven madre con su bebé, fueron alojados en un piso del Ayuntamiento después de ser hallados el jueves 2 de marzo en el interior de un camión frigorífico en Elorrio. Según explicaron, huían de los bombardeos del Estado Islámico en el Kurdistán iraquí. Desde el día 5 residían provisionalmente en la localidad vizcaína a la espera de tomar decisiones.
“En todo momento se han mostrado agradecidos por el trato que han recibido en nuestro municipio. Además, la coordinación entre los diferentes administraciones, Diputación, Ayuntamiento y Ertzaintza, y organizaciones, Cruz Roja, CEAR y Ongi Etorri Errefuxiatuak ha sido óptima. Quiero desde aquí agradecerles su colaboración y buena disposición”, ha explicado en un comunicado la alcaldesa de Durango, Aitziber Irigoras.
Por su parte, la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Durango, Pilar Ríos, ha declarado que desde el Consistorio se ha hecho “todo lo posible para que estén bien aquí, hemos puesto a su disposición todo tipo de recursos asistenciales, incluso jurídicos, y han decidido marcharse”. “No podemos más que respetar su libertad de elección”, ha añadido.
El Ayuntamiento ignora su localización actual. El hecho se ha conocido esta mañana cuando los Servicios Sociales han acudido a atenderlos y se han encontrado vacío el piso que ocupaban, del que han dejado allí mismo las llaves.