El Gobierno vasco afirma que Euskadi cumple con todos los estándares que fija la Unión Europea en materia de calidad de aire, y en muchos casos está por encima de lo que marca la normativa. “Hoy por hoy el aire que respiramos cumple con los estándares más exigentes que marca Europa”, ha señalado el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, que ha recordado que la legislación europea es la más estricta a nivel mundial. Ha indicado, además, que los datos indican que en las últimas décadas la calidad del aire que respiran los vascos ha mejorado y, aunque ha reconocido la necesidad de ser ambicioso, ha cuestionado que se compare la evolución de Euskadi en este ámbito con regiones que no son industriales. “No podemos compararnos con las Azores en las que no hay industria”, ha señalado. “No podemos olvidar que nuestro pasado, presente y futuro es industrial”, ha insistido.
Jauregi, que ha comparecido en el Parlamento Vasco a petición de EH Bildu, en una sesión en la que este partido ha sido el único de la oposición presente porque no han participado ni PP, ni Sumar ni tampoco Vox, ha señalado que la red de control de la calidad del aire de Euskadi “es probablemente la más densa y avanzada del Estado, y cuenta con 55 estaciones fijas y siete móviles”. Además, se dispone de tres laboratorios móviles equipados con cromatógrafos de gases capaces de identificar más de 170 compuestos orgánicos volátiles. “Son equipos únicos en el Estado y hay pocos similares en Europa, concretamente en Italia y en los Países Bajos. Gracias a ellos podemos detectar sustancias complejas, incluso desconocidas, algo clave cuando se trata de investigar episodios concretos, tanto en entornos industriales como urbanos”. En este sentido, ha señalado que “la tecnología que se utiliza no sólo permite medir, sino comprender lo que ocurre en el aire que nos rodea”. Además, ha destacado el consejero que se colabora con Euskalmet en el desarrollo de “modelos atmosféricos predictivos que nos ayudarán a pasar de una vigilancia pasiva a una gestión anticipada y científica de la calidad del aire”. “Y publicamos los datos en tiempo real, con total transparencia”, ha dicho.
Precisamente en la misma comisión sobre la calidad del aire han precedido al consejero representantes de Ekologistak Martxan, que han considerado que las estaciones de medición que existen en Euskadi “son insuficientes” para tener datos sobre la calidad de lo que respiramos y que en 2010 había 64 estaciones frente a las 55 actuales. Jauregi ha instado a “no generar alama social” y que se cuiden los mensajes que se lanzan: “Cuando se afirma que 1,3 millones de vascos respiran aire contaminado, conviene matizar. Porque ese dato, tal como se presenta, no refleja la realidad. Se basa en extrapolaciones que no distinguen entre una estación puntual y una comarca entera. Se toma el todo por la parte y, generalizar un problema puntual distorsiona el diagnóstico y debilita la confianza pública”.
Los datos muestran que Euskadi se sitúa hoy “por encima de la media comunitaria en calidad del aire urbano y se aproxima a los estándares de los países nórdicos, tradicionalmente referentes en sostenibilidad ambiental”, según afirma Jauregi, pero ha insistido en que hay que ser conscientes de que “Euskadi no es las Azores, que no tiene industria”. “No se puede comparar Euskadi con las Islas Azores. Aquí hay polígonos, fábricas, actividad productiva; allí, paisaje y viento atlántico. Pretender aplicar los mismos estándares de calidad del aire es una trampa argumental”, argumenta. Ha insistido en que desde el Gobierno se apuesta por una “Euskadi industrial, descarbonizada, productiva e inteligente”. “Pero pretender alcanzar los mismos niveles que regiones sin nada de industria es hacerse trampas al solitario”, ha insistido.
El consejero ha rebatido las críticas de la parlamentaria de EH Bildu Amancay Villalba, y ha afirmado que “la calidad del aire es buena” y que desde 2005 se han reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en un 38%. “Estamos convencidos de que el aire que respiramos continuará mejorando y que en el 2030 nadie respirará aire por encima de los límites”, ha indicado. Pero ha insistido en que ese camino se hará “de la mano de nuestra industria. Somos un oasis industrial y queremos seguir siéndolo. No queremos ser las Islas Azores. Nosotros lo tenemos claro”, ha dicho, y ha matizado que “más industria no significa peor calidad del aire tal y como lo hemos demostrado los últimos años”.
El consejero ha destacado, en este sentido, la apuesta por la transición energética, el control de emisiones industriales y la movilidad sostenible, “demostrando que prosperidad económica e industria moderna pueden ir de la mano de la protección ambiental”, y se ha mostrado muy crítico con EH Bildu como grupo que ha pedido la comparecencia: “Resulta difícil entender la posición de EH Bildu cuando habla de industria y, al mismo tiempo, se lamenta por la calidad del aire. Establece una relación causa efecto que hoy en día no es real. Porque si realmente queremos una industria fuerte, capaz de mantener el empleo y la riqueza en Euskadi, debemos asumir también el compromiso de transformarla: hacerla más limpia, más innovadora, más competitiva. No se trata de elegir entre industria o aire limpio, sino de impulsar una industria que se descarbonice, que apueste por la tecnología y la sostenibilidad. Pero eso exige decisiones valientes, inversión, rigor… no titulares fáciles ni comparaciones que no se sostienen”. “La coherencia, en política, también se mide por la capacidad de conjugar desarrollo y sostenibilidad, no por reclamar imposibles desde la comodidad de la contradicción”.
De manera previa a la comparecencia del consejero, han participado en la comisión, también a instancia de EH Bildu representantes de Ekologistak Martxan, que han pedido que la Fiscalía y la Erzaintza “cumpla su papel” en casos medioambientales y que “se cumplan las leyes” que se ocupan de la materia. Los representantes de esta ONG han comparecido en el Parlamento Vasco para presentar un informe sobre la calidad de aire en Euskadi y han recordado la importancia que tiene esta cuestión para el medio ambiente y para la salud. De hecho, han señalado que en el último año con datos (2022) se produjeron 1.270 muertes atribuibles a la calidad del aire que se respira.
Los representantes de Ekologistak Martxan han señalado que hay 57 estaciones de medición en Euskadi, cuando en 2010 había 64. “Es necesario que el Gobierno vasco se esfuerce por mejorar la medición”, han señalado, sobre todo teniendo en cuenta que los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes tienen que poner en marcha las zonas de bajas emisiones. “Esto hay que medirlo”, han indicado, porque hay un problema de contaminación y depende de la zona en la que estén las estaciones de medición se sacan unas conclusiones u otras. Es decir, una estación en María Díaz de Haro, en Bilbao, en ZBE, no puede extrapolarse a la contaminación que haya en otra calle en la que el tráfico no está restringido ha puesto como ejemplo.
Han pendido que “el transporte público no compita con el privado, si no que gane por goleada”. En este sentido han considerado que sería positivo “que haya metro a las 6 de la mañana para ir a trabajar, o que se cumplan las previsiones de la movilidad en los centros de trabajo”. “En definitiva, que no haya que tener un coche para ir a trabajar”.
El consejero Jauregi ha comparecido también en otro de los puntos del orden del día para tratar el tema de los vertederos en desuso y el cumplimiento o no de las recomendaciones realizadas por el Ararteko sobre este tema. En dicha resolución, dictada el pasado mes de junio tras una denuncia de Ekologistak Martxan, el Ararteko emplaza el Gobierno vasco a impulsar un plan integral de actuación frente a la contaminación por lindano de estos vertederos y recalca que los poderes públicos “deben garantizar una restauración ambiental eficaz de los depósitos de residuos peligrosos que aún persisten en la actualidad”. Además de la puesta en marcha de un plan integral, pide la reactivación de una mesa de acción institucional y social frente al lindano, que, por cierto lleva sin reunirse desde 2022.
La parlamentaria Villalba ha cuestionado directamente a Jauregi si va a cumplir las recomendaciones del Ararteko. Al consejero le ha costado contestar de manera directa las preguntas de Villalba y no ha sido hasta el último turno de intervenciones cuando ha señalado que no ve necesario un plan global del lindano porque no hay vertidos incontrolados “sistemáticos”. Y respecto a la mesa de lindano ha reiterado, como ya hizo el pasado viernes en el Parlamento Vasco interpelado por la cuestión por el parlamentario del PP, Álvaro Gotxi, ausente en la comisión de este martes, que el Ejecutivo tiene intención de convocarla, “pero cuando haya novedades”, y ha confiado en que se reunirá en el primer semestre del próximo año.
Respecto a las cuestiones relativas al retraso de los sellados de estos vertederos -se estima que Euskadi tiene 1.558 vertederos que están sin sellar-, el consejero ha defendido que la normativa se rige por la máxima de que “el que contamina paga”, por lo que no corresponde al Gobierno vasco esa labor de sellado, sino a las empresas que han contaminado o los propietarios del terreno. Sí corresponde al Ejecutivo la inspección o las sanciones. En este sentido, ha reiterado que “todos estamos de acuerdo en lo que debe hacerse con ese lindano” que está en esos vertederos. Hay que responder “quién tiene que hacerlo, cómo y cuándo”. “Hay una normativa que da a cada cual un rol, si queremos hacerlo de forma diferente habrá que llegar a un acuerdo para cambiarlo”, ha señalado.
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