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El archipiélago balear ha entrado en fase epidérmica de la gripe después de alcanzar, según la consellera de Salud, Manuela García, los 37,3 casos por cada 100.000 habitantes. El Ejecutivo autonómico prevé que el pico de contagios pueda darse en Navidad.
La responsable de Salud ha recomendado usar mascarilla al personal sanitario, a las personas con síntomas compatibles con virus respiratorios y a aquellas que estén con personas mayores y vulnerables, entre otras circunstancias.
La consellera ha querido dejar claro que la obligatoriedad de la mascarilla no está contemplada “en ningún escenario”, pero que es una “alta recomendación” para el personal sanitario.
Según García, la epidemia ha llegado cuatro semanas antes, lo cual no pasaba desde “hace años”. Aunque no ha podido dar motivos que expliquen esta circunstancia, ha adelantado que el Ejecutivo ha abierto camas hospitalarias extra y ha contratado personal.
Asimismo, ha pedido una vacunación “masiva” de los mayores y ha avanzado que el Govern hará una reevaluación de los planes de vacunación para llegar a más sectores de la población. La mayor incidencia se encuentra en niños de entre 5 y 14 años y mayores de 65.
García ha explicado que este virus se transmite por vía transpiratoria, motivo por el cual ha recomendado varias medidas preventivas que la población ya aplicó durante el COVID-19: lavado de manos, ventilación de espacios cerrados y mantenimiento de la distancia de seguridad.
Aunque todas las variantes están presentes en estas fechas en el archipiélago, la que tiene mayor presencia es la H1N1, según la directora general de Salud Pública, Elena Esteban.