Unos 40 diputados israelíes firmaron este miércoles una petición para que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, comparezca ante Parlamento para explicar los fallos de la operación militar contra Gaza de 2014, duramente criticada en un informe del supervisor del Estado. Los legisladores, todos ellos de la oposición, entregaron la solicitud al presidente del Parlamento, según ha informado la emisora de radio estatal Kol Israel.
Además, dos diputados del partido Unión Sionista, Stav Shafir y Omer Bar-Lev, han pedido también la creación de una comisión de investigación para estudiar los resultados del informe de 200 páginas difundido ayer y que asegura que el Gobierno no hizo lo posible para evitar la contienda, en la que murieron 73 israelíes y 2.251 palestinos.
El Supervisor del Estado, Joseph Shapira, –defensor del pueblo y encargado de auditar las decisiones ejecutivas y administrativas– considera que el Ejecutivo no exploró una “alternativa diplomática” a la operación militar que, a su entender, podría haberse evitado.
Además, afirma que carecía de “estrategia”, no estaba preparado para destruir los túneles del movimiento islamista Hamás, que fueron el objetivo principal de la intervención, y acusa a Netanyahu de no compartir suficiente información con su Gabinete.
La prensa se muestra muy crítica
También cree que se falló en técnicas de combate y critica que no se abordase la crisis humanitaria en Gaza, a pesar de que las advertencias de que esta contribuiría a una escalada de tensiones. La prensa hoy es muy dura con Netanyahu, cuya buena imagen como defensor de la seguridad del país ha quedado manchada por el informe.
“No sabía, no se preparó, no advirtió, no informó, no valoró, no comprobó”, acusa hoy la articulista Sidma Kadmon en el Yediot Aharonot, que concluye que el primer ministro “prefirió no debatir ninguna posible solución política y contentarse con soluciones de sangre, fuego y columnas de humo”.
En el periódico Maariv, Ben Caspit resumen el informe de Shapira con una palabra, “irresponsabilidad”, y una frase: “la inconcebible facilidad con la que un Estado manda a sus hijos a la muerte por nada”.