¿Cómo se mide el éxito de un videojuego? Bien, los primeros medidores son sus ventas y las críticas recibidas por parte de la prensa especializada y usuarios. Después y no por ello menos importante hay que tener en cuenta el número de jugadores que continúan explotando su modo online en el tiempo, si es que cuenta con él.
Este último punto es crucial en sagas como Call of Duty, ya que las batallas online son sin lugar a dudas su mayor arma, la razón primera de que cada nueva entrega se venda como churros. Es por ello que resulta un tanto preocupante comprobar como Call of Duty: Ghosts, el último juego de la saga lanzado hasta la fecha, este a día de hoy, unos nueve meses después de su lanzamiento, muy por debajo en número de jugadores activos que su predecesor, un Black Ops 2 aparentemente imbatible.
Y es que si el título de Treyarch se mantiene muy vivo con picos de 9.040 jugadores simultáneos, Ghosts se queda con 4.574, más o menos la mitad. ¿Significa esto que la saga está comenzando a dar muestras evidentes de agotamiento o tan sólo es un traspiés provocado por una entrega algo más floja de lo habitual?
Sea como sea, todas las esperanzas de la editora están puestas en un Call of Duty: Advanced Warfare que promete dar mucho que hablar cuando llegue a las tiendas el próximo mes de noviembre.