Aportación riojana a una marca mundial

A las 07,30 h. del domingo 26 de julio 349 globos aerostáticos ocupaban las dos pistas del aeropuerto militar galo de Chambley, la provincia gala de Lorraine. La longitud de cada una de las hileras de globos era de 3.5 km. pero al poco tiempo del despegue casi simultáneo de todas las aeronaves, eran más de 7 km. los que medía la asombrosa y multicolor formación lineal.

Oscar Ayala y otro experimentado piloto, Jose Mª Lladó eran los únicos pilotos españoles participantes en el singular record.

Se dieron cita equipos venidos desde todas las partes del mundo. Las aeronaves eran de lo más diverso, desde globos sin cesta, hasta gigantes de 40 m. de altura y 35 m. de diámetro, que albergan en el interior de su vela 9.500 m3 de aire caliente, capaces de transportar a 20 pasajeros más el piloto, y su correspondiente y enorme carga de gas, constituida por 12 botellas.

El clima acompañó y el vuelo fue tranquilo y transcurrió dentro de la más absoluta normalidad, con una duración próxima a las dos horas.En las inmediaciones del aeropuerto se congregaron más de 100.000 aficionados y curiosos, como testigos de excepción del majestuoso momento. En palabras de uno de los protagonistas, Oscar Ayala: “aquello más que un record, o un espectáculo, era como vivir y formar parte de un sueño.”

Esta singular apuesta se realiza cada dos años, en la misma localidad, y año tras año se trata de pulverizar la marca anterior, conseguida dos años atrás, y hasta la fecha así se va logrando.