Cine y arquitectura, el romance de Fernando Colomo

Rioja2

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Las similitudes entre cine y arquitectura para Fernando Colomo es que es un arte que se tiene que hacer en equipo y que tanto el director de cine como el arquitecto tienen que coordinar al equipo y responder ante el productor y el promotor respectivamente. Sin embargo, según él, es muy bueno cambiar de profesión y aprender a hacer una cosa para hacer otra. “Me gustó pasar de los planos de doblar a los de enfocar”, asegura.

Colomo cuenta que el director artístico de una película tiene que saber de arquitectura y que tiene que trabajar los decorados, prácticamente, con un visor delante de su ojo. Ahora, con las nuevas teconologías no se construyen apenas decorados, ya que la imaginería digital permite hacerlos mucho más baratos. Por eso ha destacado la labor de Amenábar en su última película: 'Ágora'.

Ha nombrado otras películas como 'Metropolis', en las que se usaba una arquitectura futurista muy próxima al estilo modernista que se estaba fraguando: el bauhaus. También ha mencionado a 'Blade Runner' y ha contado como Ridley Scott admitió finalmente que en la película siempre llovía porque era la mejor manera de disimular las maquetas. El cine vive de la imaginación y los sueños, pero como en la magia, cuando te cuentan el truco, la inocencia se evapora.

Colomo es principalmente autor de películas realistas y amante de los decorados naturales. Sin embargo, confiesa que sucumbió al género de la ficción con una película que hizo en 1985 'Caballero del Dragón', pero que fue una auténtica ruina económica. Lo cierto es que hay construcciones que no podemos ver a no ser que compremos una entrada de cine.

Afirma que la arquitectura dice que está bajo mínimos y que la escultura ha sido invadida por la arquitectura. “Se crean grandes iconos y se busca hacer cosas estrafalarias y extravagantes que para los arquitectos es un sufrimiento”.

En cuanto al estado actual del cine español, según Colomo, hay mucho talento y la gente está muy preparada. “Cuando empecé hace 32 años había menos de todo en España. Aunque a los españoles nos parezca que lo español es malo, el resto del mundo parece que cree que lo español es bueno”.

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