Desmantelado un grupo especializado en el asalto de bares
La Guardia Civil ha desmantelado un grupo organizado especializado en el asalto de bares al que se imputan 17 robos cometidos en localidades navarras y riojanas.
En la operación “Figón” han sido detenidos tres jóvenes naturales de Rumanía y vecinos de A Coruña, según ha informado hoy la Guardia Civil en un comunicado en el que ha precisado que los robos se venían cometiendo desde octubre del 2010 en bares de localidades de Navarra (Barañain, Viana, Tiebas, Cizur Mayor, Pamplona y Berriozar) y de La Rioja (Murillo de Río Leza, Briones y Alberite).
La detención fue posible gracias al aviso de varias personas que el pasado 1 de agosto, alrededor de las 04,45 horas, alertó de que tres jóvenes encapuchados estaban rompiendo con una maza el escaparate de un bar Barañain.
Con la colaboración de agentes de la Policía Local de ese municipio esa misma noche se logró detener a los tres presuntos autores, uno de ellos sorprendido dentro del bar y los otros dos en un vehículo cuando intentaban huir.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Navarra se hizo cargo del caso ya que los detenidos estaban siendo investigados por su posible implicación en la comisión de numerosos robos.
Los ahora detenidos, se alojaban en distintas comunidades autónomas a las de su residencia habitual con la finalidad de perpetrar robos; regresando posteriormente a sus domicilios dificultando así su vinculación con los hechos delictivos cometidos.
Se alojaban en hostales donde no levantaban sospechas, pagaban en metálico e impartían una serie de directrices a los empleados, para que en los días que ellos señalaban no limpiasen la habitación.
Durante el día, realizaban reconocimientos previos de las inmediaciones e interiores de los lugares elegidos para llevar a cabo los robos (vías de acceso y fuga, posible vigilancia policial, sistemas de alarma) para llegada la noche cometer los asaltos.
Según la investigación, se encontraban “perfectamente organizados” y con un reparto de funciones específicas definidas, ya que uno hacía labores de vigilancia y los otros dos tras fracturar el acceso al interior se apoderaban del dinero.
Dentro de los bares centraban su acción principal en máquinas recreativas, sin depreciar otras máquinas recaudadoras como de tabaco o registradoras. De los robos cometidos llegaron a sustraer aproximadamente 14.000 euros y ocasionaron importantes daños valorados en cerca de 28.000 euros.
En el registro de la habitación en la que se encontraban alojados los agentes incautaron dinero en metálico, una maza y una palanca, dos tijeras de podar, un hacha, cinco teléfonos móviles, un par de guantes negros, tres cazadoras negras con capucha y varias tarjetas de embarque a Rumanía.
Además se procedió a la incautación del vehículo utilizado para huir de los lugares en los que cometían los robos.
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