El Príncipe le agradece que proyectara “una España diferente”
El Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, se refirió al ex presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Juan Antonio Samaranch como la persona que le inculcó “el espíritu de los Juegos Olímpicos en el 92”, y agradeció su contribución para proyectar la imagen “de una España diferente” en todo el mundo.
Aseguró que su labor tras 21 años al frente del máximo organismo olímpico estuvo plagada de grandes logros y transformaciones “de profundo calado”, entre las que destacó haber vinculado los valores del deporte a las mejores cualidades humanas, lo cual subrayó que es fundamental para la convivencia de los pueblos.
Durante su discurso en la ceremonia civil de despedida celebrada hoy en Barcelona, Don Felipe expresó sus condolencias, así como las de la Princesa de Asturias y de la Infanta Cristina --ambas, presentes en el acto--, a la familia del fallecido, a quienes envió “un cálido y profundo abrazo”.
En su intervención, en la que combinó el castellano con unas palabras en catalán, presentó a Samaranch como una personalidad “inolvidable”, que le inculcó “en el corazón” el amor por los Juegos.
Dijo de él que fue “un barcelonés amante de su tierra y un coloso del olimpismo moderno”, y apuntó a que esta contribución le valió en 1988 el Premio Príncipe de Asturias del Deporte.
Agradeció que el ex responsable del COI y Marqués de Samaranch demostrara “firme lealtad a la Corona”, y se mostró convencido de que millones de personas sienten su marcha “en su ciudad, en su tierra, en su patria y en todo el mundo”.
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