FAPARioja pide profesionales “formados, motivados y sensibles que sean capaces de afrontar el reto del acoso escolar”
El presidente de la Federación de APAS de La Rioja, Eduardo Rojas Rodríguez, ha pedido a la Consejería de Educación que “la ejecución real” del protocolo de Actuación en casos de acoso escolar en los centros “se lleve a cabo por profesionales formados y sensibles a esta lacra social y que sean capaces de asumir este reto con todos los mecanismos posibles para que el alumno se sienta plenamente defendido” ante esta situación.
“Al menos -ha continuado- se debe hacer responsable una persona específica por centro, formada y con motivación para tratar con el tacto y la serenidad que requieren estos temas tan delicados y fomentar una buena convivencia que es fundamental para el día a día en los centros escolares”. Un profesor que esté al cien por cien al corriente de estas posibles situaciones y pueda hacerlas frente con el mejor resultado posible.
Eduardo Rojas ha querido hacer una valoración ante la implantación de dicho protocolo en los centros riojanos que tiene como fin “prevenir, detectar y combatir cualquier tipo de discriminación o acoso”. Un texto que desde FAPARioja consideran que “parece más una justificación burocrática para decir que se está trabajando en ello que una prevención porque hay cosas discutibles” ante un tema “tan delicado y personal”.
Un documento que “no está pensado para evitar el acoso” y es “un elemento reactivo, no un instrumento preventivo”. Un protocolo que está “preparado para cuando ya se ha producido un conflicto que puede ser tildado de acoso. Esa quizás sea su mayor debilidad”. Aún así, han reconocido, “valoramos positivamente el avance que supone disponer un protocolo para poder reaccionar”.
Dicho texto “con sus virtudes y sus carencias” es la herramienta “más importante” de la que dispone el sistema educativo riojano “para luchar contra la lacra social del maltrato entre iguales en nuestra escuela pública”, ha explicado Rojas.
En este punto, el presidente regional ha querido recordar que, para que una situación sea calificada como acoso debe mostrarse “una situación de debilidad por una parte, que sea continuado en el tiempo y que haya una intencionalidad”.
Además, “cada caso es diferente por lo que se requiere una sensibilidad que es la que no dice el protocolo”. Entre ellas, “la última medida es la de sacar al niño del centro, eso sería la peor”. Por ello “se necesitan personas formadas que sean capaces de asumir este reto y que ejecute las mejores medidas posibles”.
Por todo ello, “hemos exigido a la Consejería que pusiera todos los mecanismos de que ésta dispone para hacerlo posible, como cursos de formación, insistencia en la comunicación de la importancia de dicho protocolo, nombramientos de responsables específicos, reuniones de concienciación y puesta en común de dificultades, posibilidad de formación a las familias”, entre otros. Aún así “no tenemos noticias de que Educación haya tenido en cuenta nuestras recomendaciones”.
Para FAPA Rioja “el interés por implantar este protocolo por parte de la Consejería ha sido de escaso tirando a nulo. Si no se hace un esfuerzo importante para informar y formar a profesorado, se convertirá en papel mojado”.
Finalmente, desde la Federación “ruegan que incentiven y potencien la información sobre el protocolo e actuación ante el acoso escolar”.
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