Hace unos días, agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil en La Rioja rescataron a un joven de 24 años cuando intentaba ascender al Pico San Lorenzo sin experiencia ni material recomendado. La Guardia Civil informó que la intervención evitó “un posible accidente grave, e incluso una muerte por congelación o despeñamiento” y él mismo montañero lo ha confirmado: “La peor situación en la que me he encontrado en mi vida”.
El joven de 24 años, vecino de Benidorm, rescatado en la Sierra de la Demanda, comparte sus rutas en redes sociales con el nombre 'Asiesrichard', donde compartió su experiencia haciendo el Camino de Santiago desde Benidorm. Hace unos días compartió una foto a la que acompañaba el mensaje: “He tenido que abortar la misión rioja. Me alejo un tiempo de las montañas”.
Tras esto, este joven ha relatado en primera persona, y asumiendo su imprudencia, qué le ocurrió en el ascenso al San Lorenzo. Su idea era coronar el punto más alto de La Rioja y, al comprobar que eran 17 kilómetros, pensó que le daría tiempo. Reconoce también que sabía que había nieve, pero no esperaba que le llegará por la cadera. “No podía avanzar, en 8 horas había recorrido 16 kilómetros, estaba a un kilómetro de la cima”.
Ha compartido imágenes de como en ese momento en la recta final de la ruta solo veía nieve. Entonces, dos esquiadores le prestaron su ayuda y le recomendaron descender con ellos. “Pero como soy un cabezón les dije que no, que para lo que me quedaba iba a dormir en el refugio”. No obstante, la situación se complicó. Aunque asegura que sabía llegar a cumbre y descender a la estación, no sabía en qué punto estaba exactamente y no tenía batería.
“La peor situación en la que me he encontrado en mi vida, se me iba a hacer de noche y no me da tiempo a llegar al refugio”, pensó tras rechazar la ayuda de los esquiadores. Así, según el mismo ha relatado, decidió pasar ahí la noche, a 2.000 metros de altitud. Excavó un agujero en la nieve, se quitó la ropa mojada para no congelarse y empezó la noche. “Las primeras horas fueron horribles, pensaba que no iba a salir de ahí, pero al abrir los ojos vi el cielo despejado y mi mentalidad cambió y pude dormir unas horas más”, ha contado en sus redes sociales.
Así ha compartido un vídeo del momento en el que decía: “El pico ese es donde tengo que subir”. Es decir, mantenía la intención de ascender a la cumbre, pero tenía las zapatillas deportivas congeladas. Entonces, aparecieron los agentes del GREIM y le recomendaron bajar. Aunque él no ha dado más detalles, la Guardia Civil apuntó que a su llegara, “el joven estaba descongelando su calzado para poder seguir caminando” y que accedió a descender “tras varios minutos”.
“Y esta es la historia de cómo casi me quedo tirado en la nieve”, concluye su relato en primera persona en redes sociales.