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La “primavera árabe” se estanca en Yemen

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La paciencia de Yemen está al límite en las ciudades más importantes del país. Saná, capital del país, sale por cuarto día consecutivo para forzar la salida de Salé, quien este miércoles volvió a anunciar que se marcha y da paso a un período de transición acordado con la oposición. Pero, a este anuncio le precede otro discurso la semana pasada en el que desmentía a los líderes de las fuerzas opositoras. De sus palabras se desprendía que no había alcanzado tal acuerdo con el resto de líderes políticos porque no se habían reunido con él.

Por uno u otro motivo, Abdalá Saleh prolonga su agonía a pesar de ser el tercer mandatario llamado a caer tras Egipto y Túnez, puesto que el conflicto libio se ha enquistado con la presencia de la OTAN y el tira y afloja entre rebeldes y fuerzas gadafistas. Para no alcanzar este extremo, y a pesar de las advertencias estadounidenses, Saleh se comprometió hace semanas a marcharse previa negociación de sus condiciones de inmunidad.

A día de hoy en las calles de Saleh, los combates con armas automáticas y fuego de morteros entre las fuerzas de seguridad y los hombres armados al servicio del jeque tribal Sadeq bin Abdalá al Ahmar. Los choques armados, que estallaron el pasado lunes en el barrio de Al Hasba, han causado durante la última noche una veintena de muertos, según versiones de medios locales que no han podido ser confirmados independientemente.

Esta mañana, las granadas de mortero comenzaron a impactar en las cercanías del complejo residencial en el que viven el jeque y varios de sus hermanos. Los enfrentamientos entre milicianos de la familia Al Ahmar y la Policía comenzaron después de que las Fuerzas de Seguridad intentaran desalojar un edificio que había sido tomado por hombres armados tribales.

Medio centenar de personas han muerto desde el estallido de los combates que empezaron poco después de que el presidente Ali Abdalá Saleh se negara, por tercera vez, a firmar una iniciativa de los países del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico que incluye su renuncia. Esta mañana, los habitantes del barrio de Al Hasba, donde se escuchaban disparos intermitentes, continuaban abandonando sus casas con sus pertenencias, huyendo de los combates.

Mientras siguen los enfrentamientos, las autoridades han convocado una nueva manifestación para este viernes.

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