La revolución española traspasa fronteras
La Puerta del Sol de Madrid ha dado la vuelta al mundo en apenas cinco días. Si los medios de comunicación de otros países se hacían eco de la protesta juvenil española, especialmente durante el miércoles y el jueves, ahora son las concentraciones las que toman el testigo de la bautizada como “spanish revolution”.
Se manifiestan jóvenes españoles, emigrantes en países tradicionalmente frecuentados por nuestra población. La primera fue Londres, ante cuya embajada surgieron los primeros conatos de protesta a principios de la semana. No eran unos “pocos”, sino un nutrido grupo de españoles que portaban las mismas consignas pintadas en improvisadas pancartas hechas con cartón: “No más corrupción” y “No es una crisis. ¡Es una estafa!”. Madrid en Londres, pero también Madrid en Roma, París o Berlín, capitales vecinas y cercanas, a las que llegan con intensidad las concentraciones y las razones de una España en decandencia por la crisis económica que no remonta y una clase política tan corrupta que presenta candidatos imputados y lo hacen sin miramiento alguno.
Una vez más. Allí también, las redes sociales son la plataforma y el foro de la protesta. Aquí se convocan, se organizan las concentraciones, la hora, el lugar, las consignas y el llamamiento a una protesta pacífica y sin violencia. Es en las redes sociales donde se han multiplicado las “hermanas” de Democracia Real Ya. Roma, Londres o Berlín las tienen desde mediados de esta semana y es ahí donde se cuecen las manifestaciones, fuera del control de los políticos, a cuyas palabras y sus intentos por sortear esta bomba de relojería han escapado los jóvenes.
En Londres, cerca de medio millar de españoles se han reunido este jueves frente a la embajada española, exigiendo un cambio y así lo van a repetir hasta el próximo domingo mientras en España se vota. Una señal de protesta, que da un salto hasta Portugal. En Lisboa, un número más reducido ha sacado los colores a nuestra clase política. Distinta capital europea, mismas consignas. “Lo llaman democracia y no lo es” o “queremos decidir, no elegir” cantaban centenares de jóvenes frente a la embajada española en la capital de Portugal. Aquí también se van a repetir las protestas y manifestaciones. Están perfectamente organizados a través de las mismas asambleas que mueven los hilos desde Madrid, que convocan a una votación para coordinar una acción de protesta al unísono en la Puerta del Sol, pero también en las embajadas.
Los eventos creados en las redes sociales llaman a la protesta en París, Londres, Roma, Napoles, Palermo, Bruselas Copenhague, Berlín o Lisboa este viernes a las ocho de la tarde, hora local. Democracia Real + la capital europea correspondiente son las palabras clave para acceder a través de Facebook a las convocatorias. O también tomalaplaza.net, desde donde se coordina todo el movimiento del “descontento”, descontento en Madrid, pero también en Roma, y en Londres, y en Bruselas... quieren sincronizarse con Madrid, toda vez que el kilómetro cero de la capital conozca la decisión de los miembros de la asamblea del Movimiento 15-M. A mediodía debatirán si se desobedece a la Junta Electoral Central y miles de personas toman por sexto día consecutivo la Puerta del Sol coincidiendo con los actos de final de campaña, que se concentran en Madrid. Por de pronto, el presidente Zapatero ha sido botado de la Plaza Mayor hasta IFEMA, al noreste de la capital, aunque fuentes socialistas insisten en que son las previsiones de mal tiempo las que han obligado a cambiar de ubicación (en Madrid luce un viernes soleado).
Saltamos el charco. Llegamos a Buenos Aires, capital argentina, donde la campaña electoral se vive con intensidad. Un alto número de españoles residentes allí tienen derecho a votar (a pesar de las modificaciones que se incorporan este 22M). La campaña electoral ha quedado eclipsada por las protestas, que recogen los principales diarios argentinos con imágenes de los emigrantes (muchos empujados por la crisis actual a cruzar el Atlántico) en manifestación.
México sale a la calle, como en Buenos Aires, mirando a la Puerta del Sol.
Jóvenes en paro, jóvenes trabajando, empresarios, españoles que marcharon hace décadas. Todos protestan y se suman también a una voz, que lleva semanas, reclamando y exigiendo que se les vuelva a permitir votas en las autonómicas y municipales.
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