En el vestíbulo del servicio de atención a la ciudadanía 010 del Ayuntamiento de Logroño luce ya el primer árbol de Navidad de ganchillo instalado en la ciudad, una pieza artesanal de tres metros de altura creada íntegramente por el grupo UKÑ Urban Knitting Logroño, un colectivo de personas voluntarias que desde hace más de doce años desarrolla intervenciones textiles urbanas con un fuerte componente social y comunitario.
UKÑ es un grupo completamente autogestionado: no recibe financiación externa y cada participante aporta su tiempo, su creatividad y los materiales necesarios. Sus integrantes se reúnen semanalmente en la sede de la Federación de Asociaciones Vecinales de La Rioja consolidando un espacio de creación colectiva abierto a toda la ciudadanía.
El árbol —colorista, sostenible y tejido pieza a pieza, más de 600, de forma artesanal— refleja el espíritu del grupo: crear juntas, generar vínculos y poner el arte al servicio del bien común. La Federación de Asociaciones Vecinales de La Rioja y UKÑ señalan que esta iniciativa demuestra “la fuerza del voluntariado para transformar el entorno desde los barrios”.
El árbol permanecerá expuesto durante toda la Navidad en el edificio del Ayuntamiento, en la zona del 010, dentro del programa de actividades impulsado por el tejido vecinal de Logroño
A lo largo de estos años, UKÑ ha impulsado numerosas acciones que combinan creatividad, sensibilización y presencia en el espacio público. Entre ellas destacan:
• Las letras de “1º de Mayo” en la plaza del mismo nombre, completamente forradas en ganchillo.
• El pendón con las tres flores de lis colocado en el casco antiguo con motivo de las fiestas de San Bernabé, una intervención que recogió tradición y vecindad.
• La gran manta solidaria para la Asociación ELA, elaborada colectivamente para visibilizar la enfermedad y apoyar a las familias. La Asociacion la rifó.
• La decoración navideña en hogares de personas mayores, una acción que busca acompañar y generar cercanía.
• El cubo de Rubik gigante de la plaza del Juego de la Oca, una intervención efímera que solo pudo disfrutarse tres horas antes de desaparecer.
• Los racimos de uva colocados en septiembre durante las fiestas de San Mateo, muy celebrados por vecinos y visitantes.
• Las mariposas de colores en los jardines de Las Ranitas, la instalación “Los abrazos” en El Espolón y otras acciones ya reconocibles en el paisaje urbano.