Más seguridad en el entorno del Colegio Vicente Ochoa para finales de año
El concejal de Transporte Urbano, Tráfico y Vías Urbanas, Francisco Iglesias, ha visitado las obras que se están realizando en la confluencia entre las calles Poniente y Ronda de los Cuarteles, que cuentan con un presupuesto de 53.582 euros.
La intervención comenzó a finales del mes de octubre y tiene un plazo de ejecución de dos meses, por lo que estará terminada antes de final de año. “Se trata de una obra muy demandada por encontrarse cercana al colegio Vicente Ochoa -ha explicado Iglesias-. Y además, el entorno de este colegio es una de las nuevas áreas pacificadas que ya se anunciaron. Nuestro objetivo es proteger los entornos de los colegios, y por este motivo estamos convirtiendo estas zonas en áreas pacificadas”.
Las obras en detalle
Las obras consisten en la mejora y la ampliación de la anchura de las aceras en la intersección de las calles Poniente y Ronda de los Cuarteles, reduciendo el recorrido sobre la calzada en los cruces de los pasos peatonales.
En cuanto a los servicios públicos, se mantendrán los existentes, reponiendo en caso de necesidad los que sean dañados por las obras. En el caso del agua potable se cambiará la canalización de fibrocemento por una nueva fundición dúctil.
Con motivo de la conservación y mejora de las zonas afectadas, se renovará la base y pavimento de las aceras, y el firme de las calzadas, señalizando horizontal y verticalmente la nueva ordenación de las calzadas.
En lo referente al mobiliario urbano se colocarán bancos modelos Neobarcino, papeleras modelo municipal y jardineras rectangulares de fundición.
“Concretamente, en este entorno se construirá una plataforma única elevada entre los cuatro pasos, a la altura de las aceras, lo que obligará a los vehículos a reducir la velocidad a su paso. Además, se instalarán vallas de encauzamiento para evitar los cruces en diagonal por parte de peatones”, ha detallado.
La finalidad de la creación de áreas pacificadas es la redefinición de determinadas áreas urbanas que no forman parte de la red principal, con el objeto de crear entornos más amables y tranquilos donde los ciudadanos desempeñan sus actividades sin la continua presión del tráfico.
Las áreas pacificadas se delimitan mediante 'puertas de entrada' y señalización específica donde la calzada y la acera están a distinto nivel, con alguna calle en plataforma única. La limitación de velocidad exige la implantación de elementos físicos que informen al conductor de las características especiales de la zona, eviten la indisciplina vial y fomenten la pacificación de las vías.
El objetivo principal de esta medida es la de reducir la velocidad del vehículo privado fomentando así la coexistencia entre modos (vehículos a motor y bicicleta). Se pretende, además, recuperar el espacio urbano para los peatones en las zonas centrales y residenciales de Logroño, así como, potenciar los desplazamientos a pie y bicicleta.
Una intervención ligada al Plan de Movilidad Urbana Sostenible
Esta actuación está incluida en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Logroño (PMUS) como Área Pacificada L, y trata de seguir dotando a la ciudad de más zonas de calles pacificadas con el objetivo de posibilitar un uso eminentemente residencial, donde convivan peatones, bicicletas y vehículos de una forma segura.
“Esta obra se suma a la realizada durante el pasado mes de septiembre en calle García Lorca con Ronda de los Cuarteles, que posibilitó la circulación simultánea de vehículos en ambos sentidos de la calle García Lorca; posteriormente se procedió a ejecutar estas obras de reordenación a fin de mejorar el servicio a fincas, garantizar la circulación de vehículos de urgencias y dotar a los carriles de circulación de las adecuadas dimensiones de circulación y maniobra de los vehículos”, ha recordado Iglesias.
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