Los disidentes cubanos envían cartas a Obama y Zapatero
Tras las últimas liberaciones de presos cubanos por parte del gobierno de Raúl Castro, la disidencia en Cuba parece más activa. Las peticiones dentro y fuera de la isla se multiplican, asegurando así su presencia en la opinión pública internacional.
La última actuación de los opositores cubanos ha sido el envío de una misiva, firmada por más de 600 disidentes, al presidente de Cuba, Raúl Castro en la que le solicitan que reconozca a los distintos grupos que conforman la sociedad civil de la isla y que ratifique los convenios sobre Derechos Humanos que el Gobierno suscribió en 2008.
Además, los firmantes enviaron otras cuatro misivas a los presidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y de Estados Unidos, Barack Obama, así como al arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, y a la Unión Europea para que impulsen la consecución de estos dos objetivos.
Si el gobierno cubano cumpliera sus peticiones, los disidentes creen que se podría solucionar una “dramática situación” que el propio mandatario ha calificado de “grave”, según explicó a Europa Press el disidente cubano Darsi Ferrer en una conversación telefónica.
El médico independiente confirmó el envío de estas cartas a sus destinatarios (a través de la embajada de España y de Bélgica en Cuba, la Oficina de Intereses de Estados Unidos en la isla y el Arzobispado de La Habana) por considerar que “son cuatro actores vinculados a la realidad cubana y muy influyentes en ella, cada uno por diversas razones”.
En el caso de España y de la Iglesia Católica, el opositor explicó que apelan a Rodríguez Zapatero y al cardenal Ortega, por el papel que tanto el Gobierno español como la jerarquía eclesiástica de la isla han jugado en las negociaciones con el régimen de Castro para conseguir la liberación de los 52 presos políticos de la Primavera Negra de 2003.
En concreto, recuerdan que “España dio muestras de gran sabiduría al no excluir a ningún sector de la sociedad civil durante la transición”, por lo que confían en que el Gobierno apoye las reivindicaciones de la disidencia, “a pesar de que las excarcelaciones conseguidas son deportaciones forzosas”, ya que hasta ahora todos los presos que han sido liberados han viajado a la península, apuntó a título personal Ferrer.
En referencia a Estados Unidos, los firmantes destacan “el compromiso moral” adquirido por las distintas administraciones de este país con la defensa de los derechos y libertades fundamentales de los cubanos, especialmente con los más de dos millones que viven en su territorio. Así, aluden a “vínculos de carácter geográfico, histórico, cultural y social, más profundos que las circunstancias de los últimos 50 años”, marcados por el embargo comercial de Washington a la isla.
“Queremos que el Gobierno de Estados Unidos sea consciente de que las diferencias entre los dos gobiernos [el de Washington y La Habana] no reflejan el sentir de la sociedad civil cubana”, indicó el médico independiente.
Además, se dirigieron a la Unión Europea porque “ha dado muestras de su interés por solucionar los problemas de Cuba” mediante el debate de la Posición Común, en el que, según indicó Ferrer, no pretenden influir con esta misiva. “Unicamente pedimos que desarrolle una política coordinada para fortalecer los vínculos con la sociedad civil” y garantizar el respeto de los Derechos Humanos en la isla.
Llegan nuevos excarcelados a España
La colaboración de España en el proceso de excarcelación de presos cubanos ha quedado patente una vez más con la llegada este jueves a Madrid del último de los seis presos políticos cuya liberación anunció el pasado 24 de agosto el Arzobispado de La Habana.
De esta manera, son ya 32 los disidentes que han llegado a España en virtud de la mediación de la Iglesia Católica cubana ante el Gobierno de Raúl Castro y con el respaldo del Ejecutivo español. Junto a ellos han venido un total de 193 familiares.
Parar el embargo
Por otro lado, la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional ha solicitado al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que revoque su decisión de prorrogar un año más el embargo comercial a Cuba en cumplimiento de la Ley sobre Comercio con el Enemigo, al considerar que se trata de una política “tanto ineficaz como perjudicial”.
La ONG advierte de que el embargo comercial a Cuba sirve de pretexto a las autoridades del país “para mantener las restricciones a la libertad de expresión, de asociación y de reunión pacíficas, así como para frenar a la disidencia” favoreciendo así “el hostigamiento y la intimidación continuos” a la oposición.
Mientras, en el plano social esta medida contribuye a empeorar las condiciones de vida de los cubanos ya que restringe su acceso a bienes de primera necesidad como medicinas o tecnología sanitaria. En este sentido, Naciones Unidas ha denunciado “el menoscabo de la implementación de programas encaminados a mejorar la situación de la población” como consecuencia del déficit de insumos.
Las sanciones económicas contra Cuba fueron concebidas en virtud de la Ley sobre Comercio con el Enemigo en 1963 que habría expirado a mediados de septiembre si el presidente Obama no la hubiera prorrogado un año más. Este vencimiento habría puesto fin al embargo comercial a la isla y permitido a los ciudadanos estadounidenses viajar libremente a la misma.
A pesar de esta decisión, desde que tomara posesión del cargo, Obama ha adoptado algunas medidas positivas para reducir determinadas limitaciones, incluido el levantamiento de las restricciones a los estadounidenses de origen cubano que desean viajar a la isla o enviar remesas a sus familiares.
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