Hace nada, como cada día 1 de mayo, los sindicatos convocaron una manifestación (bueno, en realidad dos) que recorrió parte de las calles de Logroño. Entre sus reclamaciones se encontraba la reducción de la jornada laboral, la subida de los salarios, la protección a trabajadores y trabajadoras… Es decir, cuestiones que siempre están sobre la mesa. Puede que parte de ustedes saliera a manifestarse, puede que parte no. Independientemente de ello, la mayoría disfrutamos de un día de fiesta y no tuvimos que ir a trabajar. Y es que el Primero de Mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores, reconocido como tal por decenas de países en todo el mundo, con excepciones tan llamativas como la de Estados Unidos, aunque esa es otra historia.
Aún con la resaca del Primero de Mayo en el cuerpo nos puede surgir una pregunta curiosa: ¿cuál fue el primer Primero de Mayo en Logroño? Una búsqueda rápida en internet nos devuelve una fecha clara e inequívoca: el 1 de mayo de 1891. Pues ya está, ya lo tenemos claro. Podría incluso acabar aquí mi columna, porque ya hemos respondido a la pregunta. Sin embargo, y ya me irán conociendo, no suelo conformarme con la primera respuesta que encuentro. Creo que lo llaman deformación profesional.
Si nos centramos en el caso de Logroño no podemos afirmar que esta fecha sea la más acertada para poner un punto de inicio a las manifestaciones o actos del Primero de Mayo. De hecho, parece que la jornada discurrió con calma, y solo los tipógrafos asociados se dirigieron al gobernador civil pidiendo la jornada laboral de 8 horas, uno de los puntos clave del Congreso Obrero de París de 1889, origen de la Segunda Internacional. Precisamente ese mismo año se registró algún eco de reivindicación asociada al primer día del quinto mes del año en la provincia de Logroño, pero aun nada generalizado.
Lo que sí sucedió por primera vez en mayo de 1891, aunque no en mayo sino a finales de año, fue un meeting en el Liceo logroñés, organizado, según las fuentes de la época, “por algunos obreros anarquistas o socialistas”. De este evento nació la Asociación de obreros logroñeses, que parece que no tuvo un gran recorrido. La fórmula se repitió al año siguiente, ahora sí en el Primero de Mayo, bajo la convocatoria de la Unión Obrera. En esta ocasión, celebrada según las normativas de la época, que solo permitían reuniones en locales cerrados y con la presencia de la autoridad, asisten más de cincuenta personas. Se habla de algo que resonará durante muchísimo tiempo como idea fundamental del movimiento obrero, llegando hasta nuestros días: la necesidad de la unión en la lucha por los derechos de los trabajadores, emulando a las manadas de animales que en la naturaleza se organizan en grupo para protegerse.
Estas reuniones de obreros ganaran poco a poco un carácter festivo no solo en Logroño, sino en general. Por ejemplo, en 1893, al meeting le siguió un banquete al que asistieron más de sesenta comensales. Un año después, coincidiendo con el auge del socialismo en la región, en el acto se darán cita socialistas, Unión Obrera, sociedades de obreros del hierro, albañiles, tipógrafos… La masa crítica crecía, y con ella la importancia de los actos en torno a esta fecha señalada del calendario. De hecho, con el paso de los años, esta fue la tendencia general. Parece que solo las décadas del franquismo fueron capaces de frenar esta inercia.
Podría continuar, pero no quiero abrumar a nadie, ni a mí misma, con más datos y fechas. Si quieren saber más sobre el tema, les invito a comenzar a indagar con la lectura de Echarse a la calle: amotinados, huelguistas y revolucionarios: La Rioja, 1890-1936, obra del historiador Carlos Gil (por si les cuesta encontrarlo, está disponible en la Biblioteca de La Rioja). Les recomiendo un libro porque las búsquedas en internet no siempre nos devuelven informaciones acertadas, y a veces requiere un tiempo mayor del esperado encontrarlas a través de esta vía que, en principio, debería facilitarnos la vida. Por eso y porque, visto lo que hemos comentado hoy, parece que no es tan sencillo poner una fecha de inicio, determinar cuál fue el primer Primero de Mayo en Logroño.
Como todo tema a tratar, la historia del movimiento obrero es compleja, y cualquier punto de inicio o final, o cualquier hito que queramos señalar no es más que un artificio que los historiadores e historiadoras utilizamos para poner límites a aquello que queremos estudiar y analizar. Por tanto, las fechas a menudo no son más que puntos del pasado que solo sirven para trocearlo, pero que fácilmente pueden ser sustituidos por otros según las necesidades del profesional que se adentra en la cuestión. Puede que algún día hablemos de ello.