Cuando aún no nos habíamos recuperado de la llamada de auxilio de la Librería Berkana, que necesita 15.000 euros para poder hacer frente al alquiler y otros gastos fijos, esta misma semana nos llegaba la noticia de que el “Black & White”, todo un clásico de las noches de Chueca, echaba el cierre definitivo.
Tras más de 30 años de actividad y darle vida a todas las noches madrileñas, el letrero luminoso de la discoteca, que asoma en la calle Gravina, ya no volverá a iluminarse. Tampoco habrá más espectáculos de Drag Queen ni transformismo y los amigos de lo ajeno tendrán que buscar un nuevo espacio donde echar la mano a las pertenencias de los demás.
Aunque no se conocen los motivos concretos que han precipitado el cierre, lo que sí está claro es que no se debe a ningún tipo de problema legal o de licencias, según ha confirmado Juan Carlos Alonso, secretario general de la Asociación de Empresas y Profesionales para Gais y Lesbianas de Madrid y su Comunidad (AEGAL).
El final del «Black & White», uno de los locales pioneros de la noche de Chueca y referente del colectivo LGTBI desde La Movida, es una noticia triste que muestra, una vez más, el profundo cambio que está experimentando nuestro barrio.