La capital va saldando su cuenta con algunas de sus mujeres más representativas. Los 50 años que se han cumplido en 2022 del fallecimiento de Clara Campoamor han servido para que todos los partidos con representación en el Ayuntamiento de Madrid aprueben declarar a la diputada que impulsó el voto femenino en España como Hija Predilecta de Madrid.
La distinción, que se puede conceder a título póstumo, estaba hasta el año pasado dedicada solo a hombres, pero el nombramiento de Almudena Grandes como Hija Predilecta hace unos meses (con bastante polémica) rompió la tendencia de una lista antes exclusivamente masculina y a la que ahora se sumará también Campoamor.
Curiosamente, ambas vivieron en Malasaña: Grandes residía en la calle Larra y Campoamor nació en la calle Marqués de Santa Ana, como recuerda una placa municipal colocada junto a un portal al inicio de esta vía. Un busto junto al Centro Cultural Conde Duque también la recuerda y sirve cada año como punto de encuentro para varios homenajes feministas.
El Ayuntamiento puede nombrar a estas personas Hijos Predilectos (si vinieron al mundo en la capital) o Hijos Adoptivos (si nacieron fuera de ella), aunque la normativa municipal considera equivalente dichas distinciones a todos los efectos. En el caso de Clara Campoamor, la iniciativa ha partido del PSOE aunque todos los grupos se sumaron a ella (PP, Ciudadanos, Más Madrid, Mixto y Vox), por lo que solo queda el trámite de que sea nombrada oficialmente para que pase a engrosar esta selecta lista.
No son muchos los que han recibido estos títulos, debido a que, como máximo, son seis las personas que pueden ostentar en vida cada una de las distinciones. El nombramiento es meramente simbólico y la única facultad que se otorga a los Hijos Predilectos y Adoptivos es la de “acompañar a la Corporación municipal en ciertos actos y solemnidades a que aquélla concurra”.
Este título también puede ser concedido -sin límite de nombramientos- a fallecidos, “ como póstumo homenaje, a personalidades en las que concurrieran los merecimientos citados”, reza la legislación de Madrid. Es lo que ocurrió hace poco con Benito Pérez Galdós, Arturo Soria o Manolo Santana.