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El cierre del Café Isadora y el verano que se llevó un rincón mágico de Malasaña

Café Isadora

A veces, en verano, pasan cosas (cada vez más). Con demasiada frecuencia, en nuestra ausencia durante los meses de estío se producen cambios en nuestros barrios que nos amargan la vuelta de vacaciones. Este podría ser el caso del cierre del Café Isadora, que se ha marchado este verano con la misma discreción con la que vivió casi cuatro décadas.

Según cuenta el diario ABC en un reportaje sobre Malasaña, en el local del 14 de Divino Pastor abrirá una cervecería. Su característica decoración interior ya no está, a excepción de las baldosas blancas y negras del suelo.

El café con nombre de bailarina formaba parte de un grupo de cafés abiertos en el barrio a partir de los años setenta: el Café Manuela, el Ruiz, el Ajenjo, el Estar Café o los desaparecidos Parnasillo y Café del Foro. Espacios tranquilos, de resonancias clásicas y tertulias importantes. En el Isadora también se charló, quizá su tertulia más famosa fue El Séptimo, que versaba sobre cine y psicoanálisis.

Ya nunca más Café Isadora, tan cerca de la Plaza del Dos de Mayo y tan lejos de su bullicio, con su banda sonara de jazz, su abigarrada selección de objetos y fotos de la mujer que lo nombraba. Por primera vez, desde que abriera sus puertas en 1980, ya no estará al empezar el curso 2017-2018