La portada de mañana
Acceder
Sánchez impulsa una regeneración que incluye una reforma del Poder Judicial
La fumata blanca de Sánchez: cinco días de aislamiento, pánico y disculpas al PSOE
Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

El Samur se traslada a San Bernardo 68

Este jueves fue el primer día de funcionamiento a pleno rendimiento del nuevo parque de bomberos y emergencias de San Bernardo 68. Los miembros del Samur que hasta el miércoles trabajaban en el palacete de Alberto Aguilera ocupan ya las instalaciones situadas a unas calles más abajo.

El equipo del Samur saludaba por la mañana y mostraba sus nuevos equipamientos en el edificio:

El traslado llega casi dos meses después de que los bomberos de la calle Imperial hicieran lo propio. Con ellos comienza el periodo en el que el área de Seguridad debe evaluar -en colaboración con los vecinos- el impacto que dicha infraestructura causa en el barrio. Desde el Ayuntamiento ya se está cerrando una reunión con representantes vecinales para acordar cómo se ejecutará ese seguimiento, que tendrá una duración de seis meses.

Será el punto final (o no) al culebrón de San Bernardo 68, un parque de bomberos que cosechó desde el primer momento la oposición de grupos vecinales y de comerciantes, aunados en la Plataforma Maravillas, que pidieron al Ayuntamiento una reubicación, debido a la peligrosidad del entorno y de su escasa operatividad. Incluso llegaron a manifestarse cortando la calle. Sin embargo, la propia alcaldesa, Manuela Carmena, zanjó la discusión anunciando que el coste de echar atrás la obra sería muy elevado y que el parque de bomberos se pondría en marcha.

En paralelo, el parque iba acumulando retrasos en su construcción. Comenzaron en 2016, cuando su inauguración se pospuso por un problema eléctrico. En febrero de 2017 se conoció que la infraestructura tendría que sufrir más obras porque los camiones de bomberos no cabían por la puerta ni tampoco girar correctamente. Poco antes se había pronosticado que los bomberos llegarían desde su actual emplazamiento de la calle Imperial en la segunda mitad del año.

Bomberos, sanitarios y vecinos compartirán en breve instalaciones. El edificio de San Bernardo 68 albergará también a partir del año que viene un centro cívico-cultural desde de su tercera planta, gracias al impulso de un grupo de vecinos y a los votos de cientos de madrileños, que apoyaron su proyecto presentado a los últimos Presupuestos Participativos.