Un mural antirracista aprobado por Carmena no encuentra sitio en el Madrid de Almeida

Antonio Pérez

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Durante la pasada legislatura Oxfam Intermón elaboró un informe sobre la ciudad de Madrid a través del cual se llegó a la conclusión de que en la lucha a favor de la integración y contra el racismo convenía modificar el discurso y apostar por nuevas narrativas que enfocaran y presentaran la diversidad desde lo positivo.

Consecuencia de ese estudio surgió un proyecto que se enmarcó dentro de una campaña, elaborada por decenas de organizaciones y activistas, para denunciar las trabas que sufre la población racializada. En redes sociales tuvo su eco a través de la etiqueta  #WeAreMore y la propuesta de Oxfam Intermón logró una subvención del anterior gobierno municipal para llevar a cabo unos talleres de pensamiento colectivo sobre la inmigración y sus causas y también para realizar una intervención de arte urbano.

Zinnia Quirós, responsable del programa doméstico de Oxfam Intermón que está detrás de este proyecto, indica que el lugar elegido para materializarlo fue la sede del club deportivo Dragones de Lavapiés y que se pensó en el muro que rodea su campo de fúbol 7 como el sitio idóneo en el que plasmar el mural que contemplaba la acción.

Dragones es una entidad situada en el distrito Centro de la capital, en la esquina de las calles Embajadores y San Cayetano, y tiene como misión “tejer lazos de solidaridad, respeto y comunidad a través del deporte, propiciando el diálogo entre personas de culturas muy diversas”. Su responsable, Jorge Bolaños, indica que conocían las intenciones de Oxfam Intermón y que estaban totalmente de acuerdo con que la acción se llevara a cabo en sus instalaciones.

Oxfam Intermón encargó la realización del mural a dos artistas de reconocido prestigio: Ricardo Cavolo y Dúo Amazonas. Su propuesta consistía en combinar el estilo personal del primero con el hiperrealismo de las segundas para plasmar una serie de retratos de personas anónimas de distintas razas y procedencias. Debajo de la sucesión de rostros incluía un texto con un mensaje identificativo de la campaña a la que pertenece la intervención: “We are more actualización antirracista”.

Todo parecía marchar sobre ruedas a falta de la autorización municipal correspondiente, algo necesario dado que el campo de Dragones es un espacio cedido por el Ayuntamiento, pero es en este punto donde la cosa encalló. La decisión de dar o no vía libre a la intervención depende del concejal del distrito Centro, José Fernández, con quien Oxfam Intermón mantiene conversaciones al respecto desde antes del inicio de la pandemia. 

A Fernández no le gustó el boceto que le presentó la oenegé y frenó en seco sus pretensiones. El concejal indicó que, dado que Dragones era un club de fútbol, el muro que rodea su campo debía incluir elementos deportivos. A esta sugerencia desde Oxfam Intermón respondieron que, si bien estarían dispuestos a que variara el diseño, ni el concepto del mural ni el mensaje que acompaña a los dibujos e ilustraciones podrían cambiar, dado que formaban parte de una campaña antirracista. 

Desde entonces, la Junta Municipal de Centro no ha vuelto a dar señales de vida ni ha ofrecido a Oxfam Intermón otro lugar alternativo donde poder pintar ese mural a favor de la diversidad, que desde la oenegé consideran no puede molestar a nadie.

El tiempo se agota

El proyecto no sólo permanece estancado sino que ahora peligra seriamente: de no realizarse antes del 31 de marzo Oxfam Intermón deberá devolver la subvención recibida. El tiempo corre deprisa mientras que la negociación sigue en punto muerto.

“El concejal de Centro no se ha negado a que llevemos a cabo esta intervención, pero tampoco nos ha dado permiso todavía. Si alguien representa lo que significa la campaña We Are More esos son Dragones de Lavapiés, pero si el Ayuntamiento nos da la opción de pintar otro muro que no sea el de su campo de fútbol nos adaptaríamos”, asegura Quirós.

A día de hoy, lo cierto es que a Oxfam Intermón le está costando encontrar un muro municipal en el centro de Madrid en el que pintar un mural antirracista aprobado y pagado por el anterior gobierno local, un asunto que salta a la palestra justo cuando otro mural en Madrid, situado en el polideportivo del barrio de La Concepción, ha estado en boca todos: el que a propuesta de Vox, PP y C´s votaron en la Junta de Distrito de Ciudad Lineal borrar; un homenaje colaborativo que retrata a mujeres que lucharon por la igualdad y que finalmente se salvará tras el cambio del sentido del voto de Ciudadanos en el pleno municipal del martes.

Si para la formación de extrema derecha Vox la obra que se quería borrar contiene un “mensaje político” no adecuado para estar en un polideportivo municipal, la explicación ofrecida por Fernández a Oxfam Intermón para no autorizar el mural antirracista en el campo de Dragones apunta hacia esa misma dirección, si bien el concejal de Centro no lo ha expresado claramente, escudándose en su gusto artístico personal para, al menos de momento, frenar su ejecución.