Ahora que —dados los tiempos que corren— está tan de moda rebajar derechos de todo tipo, nos gustaría romper una lanza a favor de la esperanza, a favor de una idea que vaya en contra de la tendencia basada en el “borreguismo”, y excusada o justificada —según las circunstancias de cada uno— en la situación de crisis actual, recogida en la frase «Es lo que hay».
No es nuestra intención hablar aquí de los derechos de las personas de a pie de los países desarrollados sino de otras que aún lo pasan peor: los pequeños productores de Asia, Sudamérica o África. De no ser por las tiendas de comercio justo, estos trabajadores sufrirían unas condiciones aún más injustas que las impuestas a muchos individuos o países por parte de los organismos más poderosos de este país. Y es cierto que pagar un precio justo por un producto es más caro que aquel al que estamos acostumbrados —tened en cuenta que no estamos empleando mano de obra infantil y posibilitamos que el agricultor recibe las ganancias que merece, entre otras cosas— pero es que, citando a Tsipras «no hay soluciones fáciles pero sí que hay soluciones justas». Aunque estáis de suerte si os ha picado el gusanillo del comercio justo, ya que desde este mes la tienda de Oxfam Intermón Murcia —junto al Arco del Teatro Romea— ¡está de rebajas!
Eso significa que puedes comprar productos de este tipo más baratos, asegurándote de que se recorta el precio pero no los siguientes derechos:
Así que en esta tienda tienes una oportunidad de disfrutar de las rebajas de una manera solidaria, contribuyendo al bienestar —y no a la riqueza u opulencia— de otra persona. Tienes la oportunidad de contribuir a cambiar vidas. Aprovéchala.
Ahora que —dados los tiempos que corren— está tan de moda rebajar derechos de todo tipo, nos gustaría romper una lanza a favor de la esperanza, a favor de una idea que vaya en contra de la tendencia basada en el “borreguismo”, y excusada o justificada —según las circunstancias de cada uno— en la situación de crisis actual, recogida en la frase «Es lo que hay».
No es nuestra intención hablar aquí de los derechos de las personas de a pie de los países desarrollados sino de otras que aún lo pasan peor: los pequeños productores de Asia, Sudamérica o África. De no ser por las tiendas de comercio justo, estos trabajadores sufrirían unas condiciones aún más injustas que las impuestas a muchos individuos o países por parte de los organismos más poderosos de este país. Y es cierto que pagar un precio justo por un producto es más caro que aquel al que estamos acostumbrados —tened en cuenta que no estamos empleando mano de obra infantil y posibilitamos que el agricultor recibe las ganancias que merece, entre otras cosas— pero es que, citando a Tsipras «no hay soluciones fáciles pero sí que hay soluciones justas». Aunque estáis de suerte si os ha picado el gusanillo del comercio justo, ya que desde este mes la tienda de Oxfam Intermón Murcia —junto al Arco del Teatro Romea— ¡está de rebajas!